En línea con las proyecciones realizadas por el sector privado y hasta por el propio Gobierno, la inflación de marzo trepó al 4,7%, de la mano de los alimentos, las tarifas y los combustibles. De esta manera, el incremento interanual escaló al 54,7% y el primer trimestre del 2019 cerró con un alza de precios del 11,8%. Frente a esta aceleración registrada en los primeros meses del año, el año cerraría con una inflación cercana al 40%, según proyectan varios economistas.
Tras un primer bimestre caliente en materia inflacionaria (2,9% en enero y 3,8% en febrero), las cifras de marzo mantenían esa tendencia. Y el Indec lo acaba de confirmar.
De acuerdo con el Indec, “educación” fue el rubro que más aumento, con 17,9%; seguido de “prendas de vestir y calzado” y “alimentos y bebidas”, que subieron 6,6% y 6%, respectivamente. A su vez, “comunicación” (telefonía) trepó 4,4% y “transporte”, 4,2%. El rubro “recreación y cultura” fue el que menos subió, con 2%.
Un dato clave es que la inflación núcleo sigue en niveles altos, con una cifra que alcanzó al 4,6%, lo que demuestra que hay inercia inflacionaria pese a los incrementos tarifarios y estacionales.
Lo que impulsó en marzo los precios al alza, una vez más, fue la suba de casi 5% del dólar en febrero y algo de la de marzo (10,7%), que impacta en los alimentos; la suba del transporte (trenes y colectivos) y la electricidad (14%); los combustibles (3%) y el rubro educación, por el comienzo de las clases.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central entre agentes del sector financiero ubicó a la inflación de marzo en 3,8%, pero algunas estimaciones posteriores elevaron ese pronóstico.
En el gobierno nacional confían en que den resultados las políticas de déficit fiscal y emisión monetaria cero, acordadas con el Fondo Monetario, a las que se añadieron en desde el lunes las subastas diarias de divisas sustentadas en fondos del acuerdo stand by, con miras a contener la suba y volatilidad en la cotización del dólar.