La Presidenta, Cristina Kirchner, inaugurará este martes las oficinas de la red social Facebook en Buenos Aires. La apertura se realizará a las 18 en el Edificio República, ubicado en Tucumán 1, donde funciona la delegación de la empresa desde principios de año.
Se trata de la cuarta sede en Latinoamérica tras las dos que posee en Brasil y la de Ciudad de México. Desde esa oficina, la primera en castellano en suramérica, la red social dirigirá también sus representaciones en Colombia, Chile, Paraguay y Uruguay.
A la apertura también asistirá el vicepresidente de la compañía para Latinoamérica, Alexandre Hohagen. Sin embargo, el dato de color lo aportará la presencia del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri. Quien en los últimos días ha manifestado que el diálogo y la “buena onda” con la mandataria han vuelto.
Por lo que no sería raro que surja un retrato del encuentro, o porqué no una “selfie”. Tratándose de dos dirigentes bastante aggiornados en lo que respecta al mundo de las redes sociales.
De todos modos, y más allá de que haya o no foto, la confraternidad imperante se refleja en el convenio entre el Gobierno Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires para la “restauración, traslado y emplazamiento” del monumento a Cristóbal Colón.
El texto, de apenas dos artículos, implica el aval al acuerdo al que llegaron el 26 de marzo de este año el jefe de Gabinete Jorge Capitanich y su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta, luego de la polémica que se había generado por el desplazamiento del monumento y su reemplazo por una estatua de Juana Azurduy.
En los fundamentos del proyecto se anuncia que las dos partes “realizarán acciones conjuntas y debidamente coordinadas para la relocalización”, que los gastos de traslado, restauración y emplazamiento estarán a cargo del Gobierno nacional y que el Gobierno de la Ciudad definirá el nuevo lugar y asumirá la responsabilidad por el mantenimiento y la custodia.
Por último, a tono con los contactos más fluidos entre Cristina y Macri, el texto aclara que cualquier divergencia que surja “será resuelta amistosamente”, aunque por las dudas agrega que en caso de que se mantenga la dirimirá la Corte Suprema.
Algunos dirigentes e incluso analistas especulan con que el plan del kirchnerismo duro es impulsar un eventual triunfo de Macri en 2015 porque esto, siempre según su razonamiento de laboratorio, favorecería una hipotética vuelta al poder de Cristina cuatro años más tarde. Cuando se lo comentaron, ahí se le acabó la buena onda a Mauricio: “Si yo soy presidente, estos tipos no vuelven nunca más”.