El jueves por la noche, el Gobierno envió al Congreso el proyecto de reperfilamiento de deuda que había sido anunciado por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, semanas atrás, cuando anunció el paquete de medidas económicas.
La iniciativa, que ingresó a la Cámara de Diputados, habilita al Ejecutivo a entablar una negociación con los acreedores y no incluye una reestructuración. La iniciativa consta de 9 artículos y el primero de ellos apunta a “restablecer los niveles de sostenibilidad de la deuda pública nacional”. El proyecto establece que “a partir de la entrada en vigencia de esta ley, el Poder Ejecutivo Nacional podrá solicitar, a los tenedores de una o más series de títulos de deuda pública nacional emitidos bajo legislación nacional, su consentimiento respecto de cualquier modificación de los términos y condiciones de dichos títulos”.
“Para despejar las exigencias financieras del período 2020-23, y que el mandatario que gane en las próximas elecciones pueda desplegar sus políticas económicas y sociales sin excesivos condicionantes financieros, este proyecto de ley busca proveer las herramientas necesarias para promover una extensión voluntaria de plazos de deuda bajo jurisdicción local”, indicaron desde Hacienda en un comunicado.
El principal artículo del proyecto incorpora a estos bonos Cláusulas de Acción Colectiva, como tienen los de legislación extranjera, “que establecen que si el 66% de los bonistas acepta la propuesta de reperfilamiento, el resto debe acatar, con un mínimo de 50% por especie”.
En Hacienda suponen que como no habrá cambios en la condición de los bonos, los fondos dueños de los títulos podrían aceptar el reperfilamiento, ya que hoy los precios de los títulos están descontando una reestructuración.
En el Ministerio de Hacienda se avanza también en la negociación por los títulos que se emitieron bajo legislación extranjera y los bancos ya le presentaron la propuesta de reperfilamiento de estos títulos que la secretaría de Finanzas ya está analizando.
El año próximo vencen títulos por 12.000 millones de dólares bajo ley local y solo 400 millones bajo ley extranjera, mientras que en el siguiente se revierte esa situación ya que vencen 4.500 millones bajo ley extranjera y 3.800 millones de dólares bajo ley argentina.
Será muy difícil que la oposición trate el proyecto en Diputados
Según la explicación oficial, el proyecto busca “despejar el horizonte financiero argentino de corto, mediano y largo plazo, no solo de este mandato sino también del próximo, para disipar los riesgos de incumplimiento hoy implícito en las cotizaciones de los papeles argentinos, influenciados por el estrés de liquidez de corto plazo y no por reales fundamentos de solvencia de la deuda argentina”.
El Ministerio de Hacienda explica, además, que el proyecto busca resolver el problema de “liquidez de mediano plazo que incide en la inestabilidad actual y corta el financiamiento voluntario del mercado” y “proveer las herramientas necesarias para promover una extensión voluntaria de plazos de deuda bajo jurisdicción local” al gobierno que comience el próximo 10 de diciembre.
La incorporación de una “Cláusula de Acción Colectiva”, que aumenta las chances de renegociar la deuda, es el punto clave del proyecto de “reperfilamiento” de vencimientos locales enviado esta noche por el Gobierno a la Cámara de Diputados. La intención es incorporar las Cláusulas que ya tienen los bonos de legislación extranjera, que establecen que si el 66% de los bonistas acepta la propuesta de reperfilamiento, el resto debe acatar, con un mínimo de 50% por especie.
Además, el Gobierno “determinará el plazo en que los tenedores de los títulos representativos de deuda pública nacional elegidos se deberán manifestar respecto de la solicitud”. Dicho lazo “no podrá ser inferior a días días corridos a partir de la respectiva solicitud de consentimiento, la que tendrá lugar mediante su publicación en el Boletín Oficial”.