El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, firmó este lunes un convenio de desocupación y restitución del Mercado de Hacienda de Liniers, a partir del cual se inició el traslado de ese centro de comercialización de ganado a un predio frente al Mercado Central, en el partido bonaerense de La Matanza.
“Este es un ejemplo de la nueva Argentina, de lo que podemos hacer trabajando en equipo. Hace décadas que se venía hablando del traslado y siempre se postergaba. Pero hoy, trabajando en equipo, logramos un paso que es lo mejor para todos”, resaltó.
Larreta destacó los beneficios que traerá el traslado, tanto para el propio mercado como para el barrio de Mataderos. Estuvo junto al vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; al ministro de Gobierno porteño; Bruno Screnci; al ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile; y al presidente del Mercado de Liniers, Roberto Arancedo.
“Con el crecimiento que ha tenido la Ciudad y con el desarrollo que ha tenido el Mercado de Hacienda, todo lo que es la entrada y salida de camiones, va a ser mucho más funcional el nuevo destino”, sostuvo.
Las 32 hectáreas del predio donde funciona actualmente el Mercado de Hacienda, que se encontraba privatizado, serán desocupadas y devueltas a la Ciudad, según un cronograma pautado para hacer efectiva la restitución y el pago de la deuda antes del 31 de diciembre de 2018.
En ese sentido, y tras calificar como “histórico” la firma del convenio, el Jefe de Gobierno anticipó que el traspaso será de manera “gradual, preservando la funcionalidad del mercado, que no puede dejar de trabajar ni un solo día.”
Por su parte, el ministro Buryaile coincidió con que el convenio de desocupación “es un hecho histórico” porque “luego de 40 años de intentos frustrados de traslado, permitirá a la Ciudad de Buenos Aires recuperar un predio de aproximadamente treinta y tres hectáreas para su reutilización con fines más acordes a su ubicación urbana”.
Además, afirmó que Liniers “es el emblema de la ganadería argentina”, que siempre resultó “una referencia para quienes vivimos lejos del centro que es Buenos Aires”.
“Este mercado histórico que comenzó a operar en 1901, pese a su traslado, dejará su huella imborrable en la memoria y la cultura de la ciudad de Buenos Aires”, concluyó Buryaile.
En tanto, Arancedo sostuvo que fue “muy importante trabajar con el Gobierno nacional, con la Ciudad y con la Provincia, para lograr un traslado ordenado de las actividades del Mercado de Liniers”, al que calificó como “imprescindible para el pequeño y mediano productor, orientador de los precios, y también una importante fuente de trabajo”.
En el Mercado de Liniers, que se especializa en la recepción y venta de ganado en pie, trabajan alrededor de 2.000 personas, quienes tienen asegurada su continuidad laboral, y pasan entre 25 y 30 mil cabezas de ganado por semana.
El objetivo de la iniciativa es la revalorización de esa zona de la Ciudad, donde una vez culminado el traslado, se llevarán adelante una serie de obras como la apertura de nuevas calles; la construcción de 292 mil m2 de plaza y áreas públicas; un polo educativo, que ya está en marcha; un polideportivo, que será concesionado al club Nueva Chicago; un edificio gubernamental; un parque público y un polo gastronómico.
Tras la privatización del Mercado de Liniers en 1992, se entregó la concesión del predio por 10 años, que luego se extendió hasta 2005. Finalmente, en ese año se estableció un plazo de cinco años para el traslado, aunque recién el año pasado el Gobierno de la Ciudad y las autoridades del Mercado firmaron un memorándum de entendimiento estableciendo las condiciones concretar esa medida.