La candidatura presidencial del exministro de Economía, Roberto Lavagna, aún tiene más dudas que certezas. Si bien continúa su idea de apostar a un consenso, el exfuncionario descartó la opción de lograr una alianza con el kirchnerismo.
En ese aspecto, el economista expresó que “hay una demanda de cambio que se basa en la necesidad de generar una alternativa. Aún no soy candidato, me considero un protocandidato (presidencial), pero mi postulación tendrá sentido si construimos un espacio que genere consenso”. Así lo dijo durante un reportaje que mantuvo con Santo Biasatti en su programa “Otro Tema” que va por Crónica TV.
Además, Lavagna detalló: “Hoy las encuestas marcan que existen tres tercios y se consolida una mirada intermedia entre dos propuestas que fracasaron. La del pasado y la de la actualidad. Tanto el kirchnerismo como el macrismo son extremos que trabajan juntos para profundizar la grieta y evitar el diálogo”. También opinó que la alternativa electoral que representa “está en ventaja en una eventual segunda vuelta” -algo que ya confirmaron diversas encuestas difundidas.
Por otro lado, el economista consideró que retomar el diálogo con Cristina Fernández de Kirchner no es una opción: “Son 8 años de estancamiento, de caída, de inflación, de aumento de la deuda y de la pobreza. Hay que evitar los extremos y si se habla con alguno uno se deja llevar hacia uno de esos dos extremos que trabajan entre sí para que no surja nada en el medio”, sostuvo.
A su vez, precisó que trabaja con sectores del peronismo, el radicalismo, el socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer para generar esa alternativa electoral: “Son varias cabezas, dirigentes que vienen de distintos partidos. La tarea es juntar a los que no son iguales. Un consenso para formar un gobierno de unión nacional”.
Pese a los buenos resultados que podría cosechar en las elecciones 2019, el economista descartó postularse si se le propone primero participar en una interna, tal y como sostienen los dirigentes de Alternativa Federal: “Acá no se trata de poner un mecanismo por el cual alguien del sector del justicialismo es elegido, porque este proyecto tiene que tener radicales, socialistas, sectores de la sociedad civil. Yo trabajo para el consenso. Si no hay consenso no hay solución para la Argentina y no me interesa”, argumentó.
En cuanto a su programa económico, detalló: “Hay dos diagnósticos en Argentina: los que se hacen desde la derecha, más conservadores, y los que nosotros estamos proponiendo. El diagnóstico más conservador es el ajuste, una palabra que se escucha permanentemente. Solo se habla de achicar y ordenar las cuentas. Nuestro planteo es diferente. Argentina tiene enorme potencialidad, con recursos importantes, recursos humanos y Argentina tiene capitales”.