Elisa Carrió cuestionó con dureza este sábado al legislador porteño Gustavo Vera (Bien Común), que hace dos años llegó a esa investidura de la mano de UNEN, en una lista que encabezaba la blonda diputada chaqueña, por lo que ahora ambos revistan en la categoría de examigos.
Carrió -como casi siempre- no se privó de utilizar ni adjetivos, ni artículos, ni premisas principales ni subordinadas. Primero acusó a Vera de ser un “operador para llevar jueces a Roma”, quizás olvidando que, en todo caso, el operador -si existiera- sería el propio Papa Francisco. Sería complicado, en este caso, colocar a Vera por encima de la dignidad pontificia.
A continuación, Lilita expresó que “yo lo puse a Vera como legislador de la Ciudad y me arrepentí”, agregando que fue “vilmente usada” por éste. No es pertinente este tipo de calificación por parte de nadie que esté en política. En primer término, nadie pone a nadie, porque la política es una actividad colectiva y no individual. En cuanto a lo de ser “usada”, es necesario recordar que la señora llegó a ser diputada en una lista de la Alianza, una fuerza con la que rompió posteriormente a asumir su banca -¿porqué será que nadie rompe antes de asumir, acosado por sus escollos morales y entrega el cargo sin haberlo estrenado?- y formó un bloque aparte, desertando de su compromiso inicial.
Finalmente, ya con el traje de Virgen María enfundado en su grácil cuerpo, la diputada pontificó -nunca tan bien utilizado el término- que “yo estoy en contra de todos los operadores, ya sean de Nosiglia, de la SIDE, del Papa, o del Gobierno”. Sin palabras.
En respuesta, Vera le recordó a la legisladora que ella se negó a enfrentar en los Tribunales y en una movilización realizada frente al edificio de la antigua Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), a Pocino y Stiuso, al contrario de Fernando Pino Solanas, que también llegó a su cargo -éste de senador- de la mano de la antigua UNEN.
Seguidamente, Vera informó que el Coloquio de Jueces y Fiscales se realizará a principios de junio en el Vaticano y acusa a la legisladora de injuriarlo y de calumniarlo en circunstancias en las que “el Gobierno Nacional intenta someter al Poder Judicial”. Además, el también blondo legislador porteño recordó que los coloquios forman parte de “un ciclo que lleva cinco convocatorias del Papa Francisco, primero a las ong’s, siguieron los jefes policiales, los líderes religiosos y los alcaldes”.
Finalmente, Vera alegó que de esta manera, el Papa “busca reforzar el trabajo de funcionarios judiciales en todo el mundo para frenar a la mafia del narcotráfico, el tráfico de personas y ayudando a las víctimas de estos flagelos y toda una sociedad universal solidarizada con los más débiles y hastiada de poderosos inescrupulosos”.