Los 49 días que lleva recostada la estatua de Cristóbal Colón sobre la tarima de madera en la plaza detrás de la Casa Rosada podría trasladar la disputa de Ciudad y Nación hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Este jueves desde la Asociación Civil proteccionista Basta de Demoler ¬alertaron sobre esta situación y aseguraron: “Si la Justicia falla negativo vamos a ir a la Corte Suprema. O hasta donde sea necesario para que Colón se quede ahí”.
“La Ciudad lo tiene inventariado desde 1926 en la Dirección de Paseos y en el departamento de Monumentos y Obras de Arte (MOA), pero el Gobierno nacional se atribuyó el derecho de sumarlo al inventario del Museo del Bicentenario el 24 de mayo de 2011, totalmente arbitrariamente, y ahí está el debate”, detalló María del Carmen Arias Usandivaras, abogada de la asociación en declaraciones a Clarín.
Por ahora, rige un amparo que impide el traslado de la figura, pero tiene una fecha límite para el 12 de septiembre, y si no hay una nueva resolución judicial la Nación podría quitar la estatua y llevarla a Mar del Plata, como pretende la Presidenta.
Mientras tanto, los expertos advierten que en esa posición, recostada, la obra podría sufrir daños en su estructura, que tiene 60 toneladas de piedra.
Por su parte, la colectividad italiana pide una solución: “Si hubiesen sido claros, o informado mejor la necesidad de restauración o de mudarla a otra parte de la Ciudad, no esta acción arbitraria ni caprichosa, la colectividad hubiese tratado el tema de otra manera, pero así está muy dolida”, lamentó Julio Croci, secretario de la Federación Calabresa.
La ong Salvemos las estatuas también se expresó. “El mármol carrara fue esculpido para estar en posición vertical. Es riesgoso que esté acostado, eso profundizará las grietas y hendiduras”, se quejó Graciela Fernández, de la agrupación. Desde que se inició el conflicto, la Ciudad, que se opone a la mudanza, mantiene una guardia alrededor del monumento para asegurar que no sea trasladado.
Y, ahora, además, convoca a una audiencia pública el 27 de agosto en la Legislatura porteña para debatir sobre el reemplazo de la figura y su reciente declaración como patrimonio cultural. Pero esa audiencia es “tardía y redundante” para los grupos proteccionistas, que, adelantaron, hablarán de la “inacción de los dos gobiernos” en el tema.
En el Gobierno k afirmaron que “al menos hasta el momento” la idea es mover la estatua cuando pierda vigencia el amparo y que, a pesar de la guardia de la Ciudad, la orden de traslado “será cumplida”. Será cuestión de esperar para conocer la palabra final de la Justicia.