Para convertirse en un nexo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ratificó este viernes la voluntad de su gobierno de liderar una mediación entre ambas partes en terreno neutral.
Para lograr mantener una cierta estabilidad social, dado a los incidentes que causó el enfrentamiento de ambas partes, López Obrador indicó que esto sólo es posible si ambas partes solicitan esa intervención.
El mexicano respondió así las declaraciones de este jueves de Maduro, cuando ante la Corte Suprema de Venezuela anunció que aceptaría la propuesta de México y Uruguay para encontrar una solución pacífica en un proceso de negociación que ponga fin a un conflicto que ha escalado internacionalmente, luego de que el opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se proclamara “presidente encargado” y fuera reconocido en ese rol por Estados Unidos, Argentina, Brasil y otra decena de países de la región.
Si no fue un paso previamente acordado se pareció bastante. Veamos la cronología: Guaidó se proclama presidente y de inmediato lo reconocen Estados Unidos y atrás los presidentes de la región más alineados con Trump, con Bolsonaro y Macri a la cabeza. Luego México y Uruguay sacan el comunicado conjunto pidiendo abrir la vía del diálogo, ayer Maduro lo acepta y hoy López Obrador pide que se sume la oposición venezolana. Se parece bastante a una jugada diplomática de alto nivel, que busca reposicionar a México como el gran árbitro entre la zona caribeña y Estados Unidos, un rol que tuvo históricamente.
Pero no está sólo en ese juego. La embestida de los republicanos provocó una furibunda reacción de Rusia que advirtió a Estados Unidos que si avanza en la búsqueda de una “solución militar” para Venezuela provocará un “baño de sangre”. Con palabras más diplomáticas, China también respaldó a Maduro. Ambas potencias son en la actualidad el soporte financiero y militar del régimen chavista y controlan su petróleo. Además, se han expandido en toda la región -sobre todo China-, explicitó LPO.
Llamado a ese juego durante su rueda de prensa la mañana de este viernes, López Obrador señaló que se encuentra a favor de la resolución de la situación en Venezuela a través del diálogo y ofreció la mediación de la Secretaría de Relaciones Exteriores que encabeza Marcelo Ebrard. “Sí podríamos hacerlo, pero no podríamos llevarlo a cabo si no hay la petición de las partes. No vamos a ser oficiosos. Estamos en la mejor disposición de que haya diálogo sin el uso de la violencia“, señaló.