A pesar de que el mismísimo Mauricio Macri se encargó de aclarar que lo anunciará “en su debido momento” el nombre de su candidato a vicepresidente, el senador Carlos Reutemann, uno de los ternados, parece haber acelerado los tiempos, al señalar este lunes que ve “razonable” que el compañero de fórmula del jefe de Gobierno y precandidato presidencial sea un macrista “pura cepa”, en sintonía con lo que indica la línea “duranbarbista” del partido amarillo.
Lo paradójico de los dichos de Reutemann es que van en contra de sus propias posibilidades. Ya que, en la vereda opuesta a la del consultor ecuatoriano se encuentra el ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, encargado de diagramar el esqueleto del proyecto presidencial de Macri y principal impulsor del “Lole” a la vicepresidencia. O del jefe de la UCR, Ernesto Sanz, en su defecto.
Planteado este escenario, los caminos parecen conducir hacia un binomio “puro”. Por lo que la discusión, por estas horas, se reduce a cuatro nombres: Esteban Bullrich, Rogelio Frigerio, Laura Alonso y Margarita Barrientos.
Luego de que Macri anticipara que “ya” tenía decidido quién sería su segundo de cara a las PASO del 9 de agosto, el nombre en sonar con más fuerza fue el de Frigerio. Sobre todo por su historia. Vale recordar que el actual presidente del Banco Ciudad es nieto de quien fundó, junto al ex presidente Arturo Frondizi, el MID. Por lo que llevarlo de número dos completaría el relato Pro de la tercera vía “desarrollista”.
En tanto que, las chances de Alonso y Barrientos son menores y, principalmente, responden a la premisa de Durán Barba de que las fórmulas deben ser mixtas.
Por su parte, a Bullrich, se le reconoce que tiene “política y gestión”. Y en una campaña donde, aseguran, “la educación está siendo una de las plataformas más importantes”, sustentada en el programa nacional “Terminá la secundaria”, la posibilidad de ofrecerle la vicepresidencia al hombre que cerró seis paritarias “sin problemas” y “convirtió a la Ciudad en el único distrito en el que ha crecido la matrícula estatal”, representa una opción cuanto menos seductora para quienes apuestan por una dupla “Pro-Pro”.
