El mismo día en el que entró en vigencia la normativa que le permitió hacerse cargo del subterráneo porteño, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, adelantó su futura política tarifaria al afirmar que el costo del pasaje, “si no hubiese subsidio alguno, estaría arriba de seis pesos”.
De esta manera, Macri ratificó lo que adelantó algunos meses atrás a Noticias Urbanas el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, que especuló con un valor similar, aunque para ninguno de los casos existe aún un estudio serio de los costos y de las ganancias por los negocios adicionales que genera el subterráneo, como el alquiler de locales, el peaje electrónico a las antenas de telefonía celular, la publicidad estática y hasta las boleterías-kiosko, una innovación en el negocio que implementó la empresa concesionaria Metrovías, siempre ingeniosa a la hora de generar ingresos adicionales.
Lo mismo, Macri anunció que su Gobierno seguirá subsidiando el boleto para evitar que llegue al costo que adelantaron él mismo y Piccardo. Por esta razón, la Legislatura le autorizó, antes de fin de año, al Poder Ejecutivo algunos incrementos impositivos. De todos modos, el jefe del Ejecutivo porteño afirmó que desconoce “cuál debería ser la tarifa de equilibrio”, contradiciendo lo adelantado por algunos informantes del PRO, que en diálogo con los periodistas aseguraban a fin de año que no habría aumentos tarifarios “por ahora”. En este camino, Macri aseguró que “todas las cosas se ajustan, como nos pasa en la vida diaria por la inflación”.
Macri reafirmó, de todos modos, que la Línea “A” seguirá clausurada durante el verano para facilitar el reemplazo de los viejos vagones belgas La Brugeoise, que llegaron a Buenos Aires entre 1913 y 1923. El mandatario insistió en que tanto las auditorías internas como las externas recomendaron el cambio de las formaciones porque “es imposible que dos tipos de equipos convivan simultáneamente”.
Con respecto a la conflictiva relación que el jefe de Gobierno porteño suele mantener con los sectores gremiales, Macri afirmó erróneamente que “hay una representación gremial que es UTA. No vamos a desconocer que tienen la legitimidad que marca la ley”. Esta afirmación adelanta futuros conflictos con los metrodelegados, que cuentan con la “simple inscripción” que les otorga el Ministerio de Trabajo de la Nación, que precede al reconocimiento definitivo.
Finalmente, después de afirmar que “la gente necesita viajar seguro y mejor”, Macri cargó contra las críticas que recibió por parte de algunos funcionarios del Ejecutivo nacional, manifestando que “es sorprendente que el Gobierno opine del subte, con el desastre que hizo en el transporte”.