Peronista, sobre todas las cosas. En medio de una época “agrietada” donde los “ismos” marcan los rumbos en la esfera política, Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, pertenece al Frente para la Victoria y es titular de la secretaría de Culto del PJ.
Y, aunque múltiples medios lo tildaron de “híbrido” político por su paso por el Frente Renovador, su diálogo con Cambiemos y su permanencia en el FPV, él asume la “responsabilidad de resurgir al peronismo en la provincia” desde su papel de intendente y remarcó la “capacidad de adaptación del peronismo”.
“Nosotros (los peronistas) no tenemos mamá, ni papá, ni tíos, quedamos huérfanos y por eso tuvimos que sacar el bastón de mariscal del bolso”, emitió al respecto.
“Si la Patria fuera grande y el pueblo fuera feliz, ser peronista sería un derecho; hoy es una obligación”, disparó.
Ni kirchnerista, ni renovador: peronista
A pesar de no ahorrarse críticas hacia el gobierno nacional, ni guiños hacia María Eugenia Vidal o Sergio Massa, explicó que “la mejor manera” en que puede ser funcional al país, “es encendiendo las luces de alarma cuando se esté convencido que una decisión no ha sido la adecuada”. Pero aclaró que, en referencia a las protestas por el tarifazo que se hacen desde el Municipio “no son en contra de Macri sino a favor de todos”.
Y, tras ser consultado sobre su diálogo con otros espacios políticos planteó que “así es el peronismo”.
“Nunca el Frente para la Victoria estuvo por encima del peronismo, aunque algunos lo creyeron. Todos los “ismos”, menos el peronismo, fueron circunstanciales. No es casualidad que el único que pudo conducir realmente el proceso político argentino desde su exilio durante 18 años, sin repartir un peso, sin tener un cargo y sin ser siquiera ser concejal, fue Perón. Todos los demás fueron procesos de disgregación”.
Y, en complemento, agregó: “Por eso digo que el kirchnerismo o el FPV es una herramienta circunstancial. Nosotros no tenemos enemigos en política, tenemos adversarios y desafíos. No existe el ‘ismo’ que merezca el sacrificio o la pelea”.
La figura de Cristina
Al respecto del rol de la ex Presidente de la Nación, el sucesor de Raúl Otacehé en Merlo, dijo que “el papel de Cristina es fundamental” en la actualidad, y si bien “ella sabe que tiene que correrse de la foto”, resulta “inevitable que sea una referencia”.
Pero su apoyo a la viuda de Néstor Kirchner no le quita el poder de crítica al respecto del financiamiento de la provincia: “Cristina nos reprochaba en la reunión de intendentes en el Instituto Patria que habíamos negociado (los intendentes) muy mal lo del endeudamiento de la provincia, diciendo que nos iban a sonar, que no nos iban a dar la plata”.
Y apuntó: “La verdad es que se equivocó ella, y gran parte de lo prometido ya se cumplió. Y a mí eso me permitió hoy haber licitado ya 900 millones de pesos con plata propia del municipio.
Su empatía con el PRO
Al ser consultado sobre su relación con el gobierno provincial, Menéndez aseguró que conoce a María Eugenia Vidal hace muchos años y que es “muy amigo del ex marido”, Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón.
Con un semblante divertido, comentó al respecto: “Con Ramiro jugamos al fútbol durante muchísimos años. Él es un 8 con una gran dinámica, una buena pegada de media distancia y yo soy un poco mas técnico, juego de 10… a 10.05, estoy para 5 minutos nada más”.
Así, tras palabras de halago hacia Vidal, expuso: “Todos tenemos que poner el hombro para ayudarla y espero que sea una gran gobernadora, porque la suerte de ella es también la de todos nosotros”.
Así, al respecto del gobierno de Mauricio Macri, opinó: “Hay algo que es cierto. El gobierno ganó limpia y transparente las elecciones, donde la mayoría del pueblo argentino le confirió la toma de decisiones más importantes durante los próximos cuatro años”. Y sumó: “Para el peronismo, la voz del pueblo es la voz de Dios, por lo tanto nos sometemos y creemos que el rol que nos han dado es precisamente prender las luces de alerta cada vez que las cosas no creemos que vayan por el lado adecuado”.
Compromiso con el pueblo
Gustavo Menéndez se empeñó en dejar en claro que no es un “tibio político” sino que, “como buen peronista”, “está abierto al diálogo”.
“Nosotros vamos a estar al lado de la gente hasta las ultimas circunstancias y eso no es algo en contra del gobierno, que creo que tiene las herramientas necesarias para dar marcha atrás en una decisión que no fue buena”, dijo el intendente, y aclaró: “Nadie discute el fondo de la cuestión, que es que los servicios de calidad tienen un precio internacional que debe ser pagado, pero cuando uno toma decisiones con un sentido únicamente economicista comete el groso error de creer que detrás de una estadística numérica no hay una vida, no hay ilusiones… Y ahí entramos nosotros en función”.
“Nosotros tenemos una formación y obsesión por los pobres muy marcada. El fin es conducir al pueblo a un Estado de Bienestar”, concluyó.