Se sumó al macrismo desde el primer momento, cuando Pro aún no existía como tal y los seguidores del ingeniero se aglutinaban en la Fundación Creer y Crecer. Y junto a José Torello fue uno de los fundadores de Compromiso para el Cambio. Cercano a Gabriela Michetti, logró una banca en la Legislatura porteña y, a nivel partidario, jugó un activo rol en la creación de varios Centros de Acción y Participación (CAP), las unidades de representación que el macrismo tiene a nivel barrial en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, Rodrigo Herrera Bravo coordina la Unidad de Planes Estratégicos del Gobierno porteño y, en los últimos tiempos, creó la agrupación Más Pro, con la que lideró una avanzada en la provincia de Buenos Aires para desembarcar allí a Gabriela Michetti. La negativa de la exvicejefa cambió los planes macristas en el territorio bonaerense, pero no así la propuesta de la agrupación de Herrera Bravo: sumar en la Provincia gente nueva al partido del Jefe de Gobierno (de ahí el nombre Más Pro) y elaborar una plataforma de gestión para 2015. “Para eso, aplicamos métodos de planeamiento estratégico, tal como hizo Mauricio con la Fundación Creer y Crecer a partir de 2002. Cuando Macri llegó al poder, la gente ya sabía lo que proponía. Eso es lo que queremos replicar en cada municipio y a nivel provincial. Nos va muy bien, porque en la Provincia la militancia está más asociada a la política tradicional; entonces, esta convocatoria nueva, diferente, seduce. Queremos sumar y no complicar el trabajo que vienen realizando otros dirigentes de Pro, como Jorge Macri y Néstor Grindetti”, señala Herrera Bravo, al comienzo de la charla con NU.
–¿Cómo planea el macrismo disputar la Provincia sin la figura de Michetti?
–Obviamente, es muy difícil encontrar un reemplazo. Pero el Pro tiene una gran ventaja por gobernar la Capital Federal, lo que repercute en todo el país. Es la vidriera. En cualquier rincón de la Provincia prendés el televisor y encontrás noticias sobre el Gobierno porteño. Y eso permite que los bonaerenses tengan la posibilidad de comparar lo que allí se hace con lo que se hace en la Ciudad. Y en la comparación está nuestra ganancia.
–¿Por ejemplo, en qué?
–El principal problema que los vecinos de la Provincia sienten como propio es el de la inseguridad. En materia de políticas de seguridad, nosotros tenemos un gran diferencial en relación a la gestión bonaerense. Todo el país sabe que Macri creó, contra viento y marea, una policía para la Ciudad. Y que esa policía funciona bien. En aquellos barrios donde todavía no está, lo primero que hacen los vecinos es pedirnos que vaya. El nivel de equipamiento, de instrucción, todo esto que nosotros hemos desarrollado en la Capital, es observado con atención por los habitantes de la Provincia. Cuando vamos hacia allá, lo primero que nos dicen es “ojalá la política de seguridad la estuvieran llevando ustedes”. A nuestro ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, eso le da la posibilidad de exhibir una gestión valorada por los vecinos de la Ciudad y deseada por los de la Provincia.
–¿Montenegro es, según usted, el candidato para liderar la boleta del Pro en la Provincia en 2013?
–Yo creo que es un buen candidato para liderar. Me parece que todavía le falta lograr más nivel de conocimiento, pero él está recorriendo el conurbano, que es el lugar donde mayores problemas de inseguridad se manifiestan. Ante la ausencia de una figura fulgurante en términos electorales, como es Gabriela, lo que tenemos que presentarles a los bonaerenses es un equipo. En ese equipo es bueno que también haya figuras con alto nivel de conocimiento, como, por ejemplo, Carlos Melconian.
–Pero cuando se presentó a senador por el Pro en la Ciudad, Melconian hizo una elección muy floja.
–Pero en absoluto fue responsabilidad de él. Recordá que en esa elección fuimos colgados de la boleta de Ricardo López Murphy, que sacó un tercio de los votos que obtuvieron Melconian para senador y Pinedo para diputado. Fue López Murphy quien ejerció una tracción para abajo. Además, lo que tiene de bueno Melconian es su discurso. Sabe explicar fácil lo difícil. Y es un tipo de Valentín Alsina, muy bonaerense.
–¿En qué otras figuras más piensan?
–En principio, nosotros estamos trabajando en fortalecer a estos dos candidatos. Por su parte, Néstor Grindetti es, obviamente, un tipo muy instalado en la tercera sección electoral y la está conduciendo muy bien a nivel partidario. Y, por supuesto, está Jorge Macri en Vicente López, el primer intendente que tenemos en la Provincia. Desde allí queremos modelizar, mostrar cómo puede gestionar el Pro una intendencia en el conurbano.
–¿La alianza con De Narváez es posible?
–Sí, creo que es posible.
–¿Para 2013 o 2015?
–Yo creo que es posible para ahora, pero debería ser parte de un compromiso que se proyecte a 2015. No queremos, justamente, repetir errores como en 2009, de generar una alianza que sea solo para una elección.
–Para el Pro, ¿ganar en territorio bonaerense en 2013 es fundamental si quiere triunfar en 2015 tanto a nivel provincial como nacional?
–No creo que sea necesario ganar. Pero sí hay que hacer una excelente elección. Hay que pasar los 20 puntos y ser claramente la oposición en la Provincia. Como oposición, es importante lograr un buen resultado. Porque nosotros, si nos va mal, no tenemos los recursos ni el manejo del poder que posee el oficialismo para revertir los números. Ellos, en cambio, tienen todas las llaves y resortes del poder: el poder de la obra pública, la relación con los intendentes. Nosotros queremos liderar la oposición en la Provincia. Pero por dos años. Nuestro partido nació con el objetivo de gobernar. No de ser un partido testimonial.
–El conflicto de la basura entre los gobiernos de la Ciudad y la Provincia ¿no complica al macrismo ante los bonaerenses?
–No, porque el bonaerense es inteligente y entiende que la solución al problema de la basura es integral. De los 6 millones de personas que generan residuos en la Ciudad, la mitad vive en el conurbano. Y no se lleva la bolsita de basura a su casa. El problema es metropolitano y merece una solución metropolitana. Por más que el Gobierno provincial y los intendentes repitan como loros lo que dice el Gobierno nacional para conseguir alguna obrita pública antes de las elecciones, lloren y le echen la culpa a Macri, muy pocos bonaerenses se creen ese cuentito. La tecnología menos contaminante y que más resuelve el tema del volumen de la basura es muy cara, por lo tanto, habrá que estudiar formas de financiamiento conjunto para el tratamiento de los residuos. Este no es solo un problema de la Ciudad.
–Pero Macri no cumplió con las metas de la Ley de Basura Cero, por las que debería haber bajado un 30 por ciento en 2010 la cantidad de residuos a disponer en los rellenos sanitarios.
–La ley de Basura Cero se sancionó durante la gestión de Telerman. Yo fui legislador en esa época y voté esa ley, y reconozco que los objetivos que se plantearon eran muy ambiciosos. Para alcanzarlos, Telerman, que ahora es funcionario de Scioli, debería haber cumplido con la norma y no lo hizo. La campaña en serio de separación de la basura la empezó el gobierno de Macri.