Esta mañana, el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro seguía negando -extrañamente- que un miembro de la Policía Metropolitana hubiera intervenido en el incidente en el que resultó baleado en la cabeza el joven de 29 años Eric Milton Ponce en el barrio de Villa Urquiza.
La actitud de Montenegro se parecía -en la mañana temprano- a un intento de tapar el sol con un sombrero. En declaraciones ante los micrófonos de las radios Continental, Diez y Mitre, el ministro aseguró que era cierto que el agente -se refería a José Luis Cavaleiro- había estado en una fiesta en las cercanías del incidente, pero “ni salió ni participó” del tiroteo.
El ministro informó, con respecto a su subordinado, que “empezamos a trabajar sobre esta hipótesis, se identificó a una persona que había estado en el barrio esa noche. Se puso a disposición y quedó totalmente descartada la participación de él”, en el tiroteo informó el funcionario.
Montenegro relató en la mañana de este lunes que estaba trabajando junto al secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, “tratando de ayudar a la Policía Federal en la investigación de esto para ver qué pasó”.
Finalmente, poco después de las diez de la mañana, los hermanos Cavaleiro -uno de ellos, policía bonaerense y el otro, policía metropolitano- se entregaron a las autoridades y dieron por tierra con la inconsistente justificación de Montenegro, que deberá ajustar en el futuro las declaraciones que suele brindar a la prensa, que en múltiples ocasiones se han mostrado endebles y lo han dejado parado en el borde del abismo.