El triple empate técnico es historia hace ya tiempo y hoy todas las encuestas dan cuenta de una polarización entre Daniel Scioli, como el candidato que mejor mide del oficialismo, y Mauricio Macri, el líder de PRO, como el postulante que encarna el “cambio”.
Por eso, no se terminaba de entender el acercamiento entre el PRO y el Frente Renovador que se ventiló estos últimos días. La idea de Massa fue, y sigue siendo, armar una gran interna que incluya a todos los que están por fuera del kirchnerismo; la intención del PRO, en tanto, era una mucho más primitiva: hacerse de la preciada fiscalización en la provincia de Buenos Aires.
Quien promovía dicho cierre desde el macrismo era el armador de PRO a nivel nacional, Emilio Monzó. El ministro de Gobierno porteño aseguraba que sin el “aparato” que aún dispone el massismo en el hostil conurbano no había chances de disputar seriamente la presidencia de la Nación.