El exjefe de Gabinete y hombre de peso en el universo kirchnerista durante más de un lustro, Alberto Fernández, calificó como “de una enorme gravedad” el proyecto de reforma judicial impulsado por el oficialismo. Y afirmó que “al único que beneficia esta reforma es al Estado”.
El dirigente peronista también manifestó que, con este paquete de normas, la presidenta Cristina Kirchner busca “subordinar el Poder Judicial al Poder Ejecutivo” y sostuvo que el espíritu del proyecto es “volver partidaria la elección de los jueces”.
Además, resaltó que el proyecto de ley para la elección popular de los magistrados “es inconstitucional” y aseguró que “dos o tres diputados del oficialismo” le confesaron que “esto es un disparate”.
El exfuncionario kirchnerista expresó que la reforma “intenta todo lo contrario a democratizar la Justicia” porque, afirmó, “busca hacer más difícil la acción de los ciudadanos frente al Estado”.
Por otra parte, criticó el cambio de postura de la Presidenta que, en 2006, cuando era senadora, impulsó la reforma del Consejo de la Magistratura para reducir de 20 miembros a los 13 actuales el cuerpo encargado de nombrar y remover magistrados, y que con la actual reforma pasaría a 19. “Ha habido un enorme cambio de la Presidenta”, enfatizó y agregó: “Es una locura, durante años ha defendido todo lo contrario”.
Fernández expresó que la reforma es “de una enorme gravedad” y subrayó que es necesario que “la gente perciba que esto es una discusión de abogados, pero que están en juego sus derechos ciudadanos”.
“Algún día lo vamos a pasar el carne propia. Algún día el Estado cometerá una arbitrariedad con nosotros, y cuando vayamos a pedirle a los jueces que nos defiendan, nos van a decir ‘no podemos porque una ley privilegia al Estado'”, remarcó.