Mauricio Macri no esperará más. El gradualismo ya no lo conforma y cree que es hora de recuperar la agenda política. De su primera gira internacional, en la que pasó por Rusia, Suiza y Francia, solo trajo pocas certezas. Una de ellas, que su buena imagen solo goza de buena salud en el exterior, especialmente en los círculos financieros y privados, aunque no con la potencia suficiente como para que llegue la tan esperada lluvia de inversiones.
Por eso, cree que el mejor camino es el más corto: ajustar donde haya que ajustar. Atento a las últimas encuestas publicadas, que muestran una fuerte caída para el oficialismo, el Presidente apuesta a reformular nuevas respuestas para viejos problemas.
El Gobierno sabe que se ha dilapidado mucho del apoyo conquistado en las últimas elecciones legislativas y que ya no goza de la misma imagen ante la sociedad: la mitad de los argentinos desaprueba hoy su gestión.
Según los estudios, el desgaste tuvo sus razones de ser, pero hay una de las causas que lo sintetiza de principio a fin: la desaparición del ARA San Juan, con sus desaciertos políticos y una pésima comunicación.
En plan de reducción de daños, esta semana, Macri apostó a darle un nuevo impulso a la búsqueda del ARA San Juan al recibir en la Casa Rosada a treinta y dos familiares de los cuarenta y cuatro tripulantes de la nave. Es cierto que el encuentro, según la voz de sus familiares, tuvo gusto a poco, pero también es verdad que lo pone al mandatario al frente del caso y no corriendo desde atrás, como al principio.
Acompañado por el ministro Oscar Aguad y por la vicepresidenta Gabriela Michetti, Macri se comprometió a ofrecer una recompensa a quienes encuentren el submarino, que rondaría los 40 millones de dólares. Mientras tanto, la búsqueda del buque, una vez concluida la colaboración de Rusia con su patrullaje, no está definida en su forma, aunque se están barajando algunas alternativas, como contratar a un robot de búsqueda profunda o incluso comprarlo.
Es que la cooperación de Rusia, la última internacional que participó en la búsqueda con su buque Yantar, concluiría en marzo, aunque no está confirmado oficialmente por Rusia. Los familiares, sin embargo, no se llevaron ninguna “autocrítica” aunque sí la promesa de encontrar el paradero del ARA San Juan, que por estas horas sumaría a la Prefectura Naval en los operativos.
A todo esto, la jueza a cargo de la causa, Marta Yañez, investiga si es posible que haya sido torpedeado por buques ingleses con base en las islas Malvinas, como trascendió en algunos medios.
Con todo esto, Macri apostó a una foto que expresara su liderazgo político sobre el conflicto que generó la conmoción de los argentinos y cuyo manejo también impactó en la imagen presidencial. Por otra parte, en una sola jugada, Macri expresó su respaldo a las fuerzas de seguridad e intenta instalar en la agenda el combate a la inseguridad como uno de sus caballitos de batalla.
Una vuelta a los orígenes, a los tiempos de campaña antikirchnerista: el presidente recibió en la Casa Rosada a Luis Chocobar, el policía que mató de un disparo en la espalda a un joven ladrón que había apuñalado a un turista en La Boca.
Sutilmente, Marcos Peña tuvo que reconocer que el Gobierno ya tenía en sus manos y había visto el video sobre el ajusticiamiento. “No creemos en el gatillo fácil, no creemos que las señales de respaldo a las fuerzas policiales equivalga a promover que no se cumpla la ley.”
Igual que durante el caso de Santiago Maldonado y la violenta represión de diciembre, existió un cerrado y unánime respaldo institucional para las fuerzas de seguridad, aún sin la última palabra de la Justicia, que procesó a Chocobar por “exceso de legítima defensa” por la muerte de Juan Pablo Kuko y cuya madre avisó que se “plantará en la Rosada” hasta ser recibida por el Presidente.
Como si fuera poco, Jaime Durán Barba, el principal consultor de Macri, dijo que hizo encuestas que aseguran que la “mayoría de los argentinos quiere la pena de muerte” y pide que se “reprima brutalmente”, justo en un año en el que la desazón social y la cruzada contra el sindicalismo empiezan a expresarse en paros y movilizaciones para este mes.
“Es grande la angustia de la gente ante el delito. Siente que no puede salir de su casa, porque la situación de la inseguridad es desesperante”, sostuvo el ecuatoriano. También expresó su opinión sobre la caída en las encuestas, que desde la Casa Rosada se monitorea día a día. “Un gobierno responsable sabe que va a tomar muchas medidas antipáticas y eso le va a provocar una caída de imagen, pero sabe como subir”, afirmó.
De todos modos, el plan de “medidas antipáticas” recién estaría asomando. Con los tarifazos en los servicios públicos, el “ajuste” sería más profundo en los próximos meses. Macri cree que es necesario salir del gradualismo y recuperar la iniciativa política, además de alterar todas las causales que ayudaron al desgaste y a una percepción social negativa sobre su gestión.
Una reciente encuesta nacional de Management and Fit asegura que la caída comenzó con el debate de la reforma jubilatoria, con su violencia manifiesta en las calles y que se profundizó luego con el poco apoyo a la reforma laboral y con el caso del ministro Jorge Triaca con su empleada doméstica.
La economía de bolsillo es la que mueve el amperímetro. Hay un temor generalizado a que las paritarias tengan techo y por ende haya una caída del poder adquisitivo para este año, con una inflación que no cede como se esperaba. Pese a mantener a su ministro en el cargo, el Presidente dispuso del recorte en la planta política y sumó una prohibición para que familiares de los ministros tengan cargos en la función pública.
Un decreto casi hecho a medida de Triaca, que es el miembro del gabinete con más familiares en áreas estatales, incluso de relevancia. No solamente su esposa, María Cecilia Loccisano, debió abandonar la subsecretaría de Coordinación Administrativa del Ministerio de Trabajo, cargo que ejercía desde hacía diez años, sino que su hermana Mariana debió renunciar a su cargo de directora del Banco Nación y su otra hermana, Lorena, dejar su puesto como directora de Asuntos Externos de la Agencia Nacional de Inversiones.
Las bajas de familiares en el Estado alcanzan aproximadamente a 40 personas, entre ellos familiares de Marcos Peña y otros ministros, como Rogelio Frigerio, Patricia Bullrich, Gustavo Santos, Oscar Aguad y Guillermo Dietrich.
La agenda parlamentaria, hasta ahora, incluía el impulso de una reforma laboral, pero como ya fuera confirmado, será enviada de una forma desglosada y en distintos proyectos de ley. La misma estrategia adoptará el bloque oficialista para defender el megadecreto firmado por Macri el mes pasado, en el que impulsa una serie de “simplifación de trámites” en todas la órbita del Estado, derogando 19 leyes y modificando otras 140.
Ante la falta de votos para ratificar el decreto en el Parlamento, el Gobierno apuesta a una nueva estrategia y su bloque anunció, al inaugurar el debate en la comisión bicameral, que se presentarán tres proyectos de ley para reemplazarlo y alcanzar su sanción. Internamente, en el Gobierno hay posiciones opuestas sobre si salir o no del gradualismo, pero todos coinciden en que Macri debe recuperar la centralidad política. Y detrás de eso se irá configurando la nueva agenda.
Las encuestas, que las hay para todos los gustos (Management and Fit, Ricardo Rouvier y Asociados, Synopsis y hasta la Universidad de San Andrés), han sido un insumo vital en el trazado de las campañas, aunque ahora son la reafirmación interna de que hay que profundizar el giro político. Profundizar el “cambio” con las reformas, pero sin tocar fondo.