En la Evaluación de Impacto Ambiental que aprobó la Agencia de Protección Ambiental (APrA) de la ciudad para las obras del Metrobus que correrá sobre la Avenida 9 de Julio, los técnicos justificaron un recorte importante de la Plaza de la República, sobre la cual se desarrollará la traza.
Esta polémica intervención se suma a la remoción de 200 árboles, que ya fueron retirados, de los cuales sólo algunos serán trasplantados en canteros que estarán ubicados a los lados de la 9 de Julio, que generaron denuncias de las organizaciones ecologistas y vecinales. Pero el cuestionamiento más serio impacta sobre el propio sentido de la obra, porque la traza del Metrobús se superpone con el recorrido de la Línea C de Subterráneos, que va de Retiro a Constitución.
La obra en la plaza que rodea al Obelisco consistirá en el recorte de 5,5 metros de cada lado del monumento, debido a “la necesidad de ganar capacidad en la zona del Obelisco para la ejecución de los carriles del Metrobús”. Este recorte resultará en la disminución de unos 200 metros cuadrados de la plaza.
El Metrobus dispodrá de cinco estaciones, que correrán entre el barrio de Constitución y la avendida del Libertador, en el Bajo. El objetivo de los expertos en tránsito es de disminuir el tiempo de viaje desde los actuales 40 minutos, aproximadamente, a unos 15 minutos.
De todas maneras, la imagen que proyecta el Gobierno porteño sobre esta obra es el de la improvisación, ya que el propio subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, responsable de la obra, afirmó que “el diseño final no está terminado”, con respecto al recorte de la plaza seca que rodea al Obelisco.
Paralelamente, el martes último, al ser interrogado acerca de la cantidad de árboles que serán removidos, el ministro de Espacio Público y Medio Ambiente, Diego Santilli, manifestó ignorarlo. Sólo se limitó a afirmar que “algunos van a ser trasplantados, pero no todos. No sé cuántos, porque el subsecretario de Tránsito me tiene que pasar el proyecto”.
