Una sala repleta de docentes y estudiantes que escuchaban atentos a la conferencia de prensa brindada por el Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad (CESGE) y rectores de distintos institutos de formación docente de la Ciudad no permitían que las puertas cierren por el gran volumen de asistentes.
Con gente hasta en los pasillos anexos, la conferencia llevada a cabo en el Instituto de Educación Superior Joaquín González, cito en Ayacucho 632, y liderada por Patricia Simeone, presidenta del CESGE y rectora de este instituto, comunicó la respuesta del sector de educación docente porteña ante el proyecto del Ejecutivo porteño de crear una universidad de formación docente en la Ciudad, lo cual conlleva la disolución de los 29 institutos que se dedican actualmente a esta tarea.
Si bien la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aseguró que ningún trabajador se quedará sin empleo, las instituciones donde estudian los futuros maestros y profesores se oponen fervientemente a esta medida.
Esta iniciativa oficial surge del Plan de Transformación Educativa de la Ciudad presentado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Éste busca devolverle el prestigio a esta carrera, para lo que deberá dejar de ser un terciario, y buscaría “jerarquizar la profesión, mejorar la calidad formativa y convocar a cada vez más chicos a elegir la docencia como carrera”, según las palabras del jefe de Gobierno porteño.
Acuña, a la vez que reconoció que, distante de la realidad de otras jurisdicciones, en la Ciudad “faltan maestros”: “Necesitamos maestros y maestras de primaria, más profesores de inglés, de ciencia, que más jóvenes elijan la vocación docente porque, además, estamos convencidos de que la carrera docente es una carrera del futuro”.
Por qué se oponen
A pesar de que las encuestas producidas por el Gobierno a través de las redes sociales para medir la aceptación de este proyecto marquen un rotundo “sí”, cabe explicar las razones por las que los especialistas en educación e integrantes de estos institutos se oponen a este proyecto.
En primer lugar, la objeción radica en que a pesar de ser una medida que transforma de raíz este sector, sus integrantes no fueron consultados ni notificados. Según emitieron en la conferencia, se enteraron a través de los medios de comunicación de esta intención oficial, a pesar de las numerosas reuniones que ellos mantienen con las autoridades gubernamentales del sector de Educación.
“Lo que se nos dijo es que antes del 20 de diciembre este proyecto entrará en la Legislatura porteña y que ese sería el ámbito de discusión, en las comisiones de Educación. A partir de ahí, creen que entre julio y agosto se promulga la ley de la creación de la universidad. Y desde allí, en 30 días se nombrará al rector nombrado por el Ejecutivo, con sus asesores”, contó una de las rectoras presentes en el panel.
Por otro lado, el proyecto oficialista tiene una contraparte: la desaparición de los consejos y centros consultivos de los institutos, los cuales dejarían de existir de un día para el otro, cayendo en la incertidumbre de su porvenir: “Esta universidad apunta directamente contra la democratización de nuestras instituciones y que busca la desaparición de nuestros consejos directivos que viene molestándole hace rato a esta gestión”, comentó otra rectora.
Además, el Ejecutivo porteño designará un rectorado normalizador, en quien recaería la última palabra de las decisiones de la universidad. “La imposición de un rectorado normalizador se embarcaría no sólo en una propuesta de estatuto docente, sino también en una propuesta curricular para las instituciones en las que ya no tendríamos ni voz ni voto, ya desaparecidas y desintegradas”, agregó la rectora. Y especificó que este rectorado “buscaría también imponer un estilo de planes de estudio” que los institutos vienen sistemáticamente cuestionando y resistiendo.
Patricia Simeone en NU Radio
Simeone dialogó también con Noticias Urbanas a través del programa radial que se emite cada jueves en Concepto Radio (FM 95.5), donde clarificó: “Nosotros estamos acá para desnudar lo que no se dice, que es que nos desintegran a los 29 institutos de formación docente de la Ciudad con una trayectoria y docentes ya formados y capacitados. Se habla de una nueva universidad de la que les puedo decir poco porque jamás hemos sido consultados ni hemos sido parte del proyecto”.
“Insisto y quiero ser clara, más allá de debatir si la universidad es un proyecto viable o no, ese no es nuestro problema ya que nosotros queremos mejorar nuestra formación docente todo el tiempo, el tema es que no podemos hablar sobre un proyecto del que no conocemos ni una línea. Y es lo que estamos pidiendo”, agregó.
Finalmente, aclaró que ni siquiera han terminado de implementar los planes de educación del 2015 y que han aportado en todo lo que han podido con las autoridades de la Educación del Gobierno, y contó que el CESGE se estará reuniendo con legisladores oficialistas y de la oposición para clarificar estos conceptos en los próximos días hábiles, y que crearon incluso un Interconcejo.
“No somos sólo rebeldes o conservadores”
Los estudiantes tuvieron su espacio dentro de la conferencia para también dar su versión. Mariano, presidente del centro de estudiantes del instituto Joaquín González e integrante de Patria Grande, explicó: “Queremos explicar por qué le decimos que no a la desintegración de nuestros institutos, y que lo que se plantea aquí no es si queremos o no una universidad. La pregunta es si queremos o no que se cierren estos espacios que vienen defendiendo un modelo de formación docente, y que vienen haciendo resistencia de algunas medidas que este gobierno quiere llevar a cabo no sólo en el plano educativo. Son institutos que vienen siendo punta de lanza de políticas científicas, académicas, pedagógicas y demás, y que hoy desaparecerían, al igual que centros de investigación”.
“Necesitamos que la sociedad nos escuche y entienda la gravedad de esta avanzada sobre la formación docente, que no lo rechazamos desde el sector estudiantil porque sólo somos rebeldes o conservadores y conservadoras”, completó.
Gabriela, estudiante del Normal 1 expresó, por su parte, su inquietud por la respuesta de los docentes ante la falta de diálogo o respuesta por parte del Gobierno, a lo que Simeone tomó la palabra: “Estamos tomando acciones después de escuchar todo lo que pasa en las instituciones y esto lleva un tiempo. Hemos firmado un rechazo a este proyecto y hemos pedido renuncias. Además, estamos organizando un Interconsejo. En frente tenemos un Everest, que maneja la comunicación, los medios sociales, voluntad y mucho dinero”.
Incluso, otra estudiante comparó esta universidad con la creación del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), creada en la década de los 90, para lo que fueron cerrados más de ocho espacios de formación artística con el mismo objetivo: promover más egresos y más profesores. “Pero sucedió lo contrario porque en el IUNA necesitás más de 10 años para recibirte. Había más egresados en el Belgrano o el Yrurtia. Y hoy el IUNA no llega a reunir el presupuesto requerido para mantener la institución bien, por ende, tampoco se trata de una cuestión de economía”.