La asesora tutelar de Primera Instancia Mabel López Oliva y el asesor tutelar de Cámara Gustavo Daniel Moreno, promovieron una acción de amparo contra el Ministerio de Educación de la Ciudad, para que se ordene frenar con “la aplicación del instructivo que dispone a las autoridades escolares, denunciar penalmente las tomas de los colegios” porteños.
De esta manera, la causa judicial recayó en el juzgado de primera instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 3, Secretaría Nº 5, que actualmente está a cargo del juez Aurelio Ammirato.
“Solicitamos al juez se ordene al Gobierno de la Ciudad (Ministerio de Educación) elaborar un protocolo de actuación especial para las situaciones de protesta estudiantil, conforme los principios del Sistema Escolar De Convivencia (Ley Nº 223), los principios del funcionamiento de los Centros de Estudiantes (Ley Nº 137) y los principios y valores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, se indicó en la acción de amparo.
Además, se agregó que “dicho protocolo deberá garantizar la participación de la comunidad educativa, y de aquellos actores institucionales especializados en la defensa de los derechos de la infancia y adolescencia”.
“Como medida cautelar, solicitamos se ordene al Gobierno porteño (Ministerio de Educación) cesar en la vía de hecho por la que el Ministerio de Educación aplica el “Instructivo sobre Forma de Proceder en Casos de Toma de Establecimientos Educativos, que fuera dejado sin efecto por la resolución del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4”, finaliza la demanda.
Desde la semana pasada, decenas de colegios porteños fueron tomados en reclamo de la medida del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de la cartera educativa, Soledad Acuña, que propone imponer una “Secundaria del Futuro”. Consiste en que los alumnos de quinto año, deban realizar pasantías obligatorias en distintas empresas, a partir de 2018.
Por su parte, Acuña aseguró que las pasantías “serán obligatorias porque es parte de la formación de los estudiantes”. En la misma línea, sostuvo que “no hay que pensar las prácticas educativas que se exigirán en quinto año con el formato que teníamos antes de ‘ir a una empresa’ como si fuese solamente ocupar una silla que habitaría un adulto a ver qué se siente”.
“Los alumnos irán con un objetivo educativo y pautas específicas y con un seguimiento pedagógico, porque esa práctica también será evaluada”, agregó.