La cuestión ya se transformó en un problema político para el presidente Mauricio Macri. Porque ese es el objetivo de Israel. Aunque la decisión de no jugar el partido fue de los jugadores, es especial de Lionel Messi, el estado de Israel le apunta al Gobierno argentino y tiene todas las de ganar.
El martes por la tarde, se conoció la noticia de la suspensión del partido y este miércoles, el embajador de Israel en Buenos Aires, Ilan Sztulman, lamentó la suspensión del partido y aseguró que “es una situación muy triste”el embajador de Israel en la Argentina.
Además, le apuntó a los jugadores y dijo: “Simplemente tuvieron miedo”.
Pero el mayor problema comienza ahora, porque el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se puso al frente del reclamo y llamó a Mauricio Macri dos veces luego de enterarse de la decisión del equipo de Jorge Sampaoli.
En Israel preparan una demanda internacional por 1000 millones de dólares contra el Estado argentino, la AFA, la empresa Torneos y Palestina por la suspensión del partido de la Selección contra el combinado de ese país.
La suspensión del cotejo del próximo sábado y en el que iba a jugar Lionel Messi, fue interpretada en el país de Medio Oriente como “un golpe durísimo a Israel” y una “rendición ante el terrorismo”.
Desde Israel explicaron que la AFA y Torneos habían enviado una comitiva hace un mes a ese país y se les mostró todas las condiciones de seguridad. El propio Ministro de Seguridad Interna, Gilad Erdan, se hacía responsable por la seguridad de los jugadores. “Es inentendible la decisión”, aseguraron en Israel y explicaron que incluso habían programado clínicas con niños de varias religiones y habían regalado entradas para que pudieran ver a Messi y compañía. El propio Messi había estado junto a su equipo, el Barcelona, en suelo israelí.
Los organizadores ya le habían pagado a la AFA dos millones de dólares por la presencia de la Selección argentina. Pero ahora el reclamo excede ese contrato, puesto que en Israel consideraron lesionada la imagen del país ante el mundo y la demanda por daños y perjuicios será de 1000 millones de dólares.
La situación parece muy complicada porque desde el punto de vista legal, Israel tiene el juicio ganado de ante mano. Además hay que agregar que el cachet de Argentina se había incrementado al aceptar cambiar la sede del encuentro de Haifa a Jerusalén.
Macri enfrenta un problema grave y de consecuencias internacionales.