El radicalismo tiene en la agenda inmediata dos cuestiones, entrelazadas una a otra. Por un lado, ya se encuentra en proceso de renovación de las autoridades del Comité provincia de Buenos Aires. Por el otro, busca ocupar más y mejores lugares en el gobierno de María Eugenia Vidal.
Respecto a la renovación de autoridades, Noticias Urbanas pudo saber que el próximo lunes se realizaría el llamado a elecciones internas, aunque se descarta que los boinas blanca lleguen a las urnas ya que esperan consensuar una lista de unidad.
Como posibles cabeza de una lista de unidad suenan Carlos Fernández, de Tandil, quien ya aseguró que le gustaría el cargo; Alfredo “Vasco” Irigoin, quien trabaja en Medio Ambiente en Nación, y algunos piensan en el actual vicegobernador Daniel Salvador, aunque reconocen que ocupar ambos cargos traería un desgaste aún mayor para el dirigente.
El principal objetivo del nuevo conductor bonaerense del radicalismo será, entonces, lograr mayor incidencia en el Gobierno de Vidal, tanto ocupando cargos como formando parte de la “mesa chica” donde se toman las decisiones.
Para ello, el único habilitado hasta ahora es Salvador, que no logró obtener el ministerio de Salud, algo que los radicales ansiaban desde que Vidal se alzó con la victoria. Sin embargo, ahora podría hacerse el espacio ante una eventual salida de Zulma Ortiz del Ministerio. Si eso sucede, la cartera quedaría en manos radicales, y Elustondo, actualmente en Producción, Ciencia y Tecnología, debería dar un paso al costado y ese Ministerio pasaría, en primera instancia, a manos massistas, quizás Joaquín De la Torre. Aunque estas versiones circulan hace días en la gobernación, los voceros desmienten que el Gabinete tenga movimientos en el corto plazo.
De todas formas, el sucesor de Ricardo Alfonsín en el Comité Provincia deberá canalizar los reclamos de todo el radicalismo provincial para que los correligionarios puedan ocupar lugares de tomas de decisiones, algo que hasta el momento –dicen- no está sucediendo.
