El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, inauguró este jueves en la ciudad de Mar del Plata la VI Conferencia Nacional de Jueces, un encuentro de magistrados de todo el país. Durante su discurso, Lorenzetti puso el acento sobre temas que resultan escabrosos para el gobierno nacional, como la inseguridad, el narcotráfico y la libertad de expresión.
Luego de que el titular del Sedronar, el padre Molina, abriera el debate sobre la conveniencia de despenalizar el consumo de todo tipo de estupefacientes, el magistrado pidió “políticas de Estado claras, coordinadas y concretas contra el narcotráfico”. A lo que añadió: “No se puede decir ‘Tienen prohibido fumar’ y después decir que se puede consumir cocaína en este lugar”.
Con respecto a la inseguridad, Lorenzetti aseveró que “no hay nadie en el país” que no hable del tema y advirtió sobre la necesidad de “mejorar los niveles de seguridad”.´
Mientras el Gobierno acusa a los jueces por la inseguridad, el ministro del máximo tribunal recordó que los magistrados “actúan después de los delitos”, aunque admitió que se requiere fomentar la “celeridad” en los juicios.
Además, puso en duda la eficacia del debate entre “garantismo y mano dura” y alertó que “aún se esperan políticas de Estado” en materia de lucha contra el narcotráfico.
“Los gobernantes hablan del poder y los pueblos hablan de sus problemas. Aquellos que tienen responsabilidades tenemos que ponernos sobre los problemas de la gente”, sostuvo. A lo que agregó: “El poder es servicio público: debe ser usado para servir a la comunidad y no para favorecer a un poder en desmedro de otro”.
Por otra parte, Lorenzetti pidió bajar el nivel de conflictividad social y responder “a un argumento, con otro argumento”. “Los agravios son prácticas muy negativas y a las sociedades que fueron tolerantes con ellos les fue mal”, afirmó. Por lo que consideró que “no se pueden negar los conflictos”, ya que “generan tensiones y crisis”.