El viernes por la tarde, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Diego Santilli, y el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia, se aseguró que los crímenes de Miguel Yadón y Héctor Olivares eran el producto del “ataque de un clan mafioso por códigos de sangre”.
Sin embargo, los días pasaron y Roncaglia sembró dudas sobre esa hipótesis. Ahora, el jefe de la Federal aseguró que todavía no está determinado el móvil del ataque: “No tenemos ninguna certeza respecto a los móviles o motivos del ataque por ahora. Hasta ahora no se encontró conexión entre los autores del atentado y las víctimas”.
“El ataque fue planificado, porque tenemos corroborado en la investigación que estuvieron reunidos previamente. Pero se analizan varios móviles, no nos quedamos con una sola hipótesis”, añadió.
Roncaglia puso en duda la versión que él mismo dio cuando dijo que se trataba de un crimen efectuado por un clan mafioso
“Estamos trabajando con las pericias, con teléfonos y computadoras secuestradas, se realizaron en Uruguay los trámites legales para lograr la extradición de uno de los detenidos, y se está trabajando con el resto de las pericias”, indicó Roncaglia.
Y concluyó: “Lo urgente era lograr la aprehensión de los autores y ese objetivo se logró en menos de 48 horas; encontramos el arma. Ahora trabajamos con tranquilidad para lograr los elementos de prueba necesario”.