Desde hace dos años y medio, aproximadamente, los vecinos del Barrio de Saavedra vienen resistiéndose a la construcción de un túnel bajo la avenida Ricardo Balbín en su intersección con las vías del Ferrocarril Mitre, a la altura de la Estación de Saavedra.
Los vecinos se siente afectados, en especial, por el proyecto del Gobierno porteño de construir el paso bajo nivel, pero no es ése su único cuestionamiento. Antes, tuvieron consecuencias muy negativas para el barrio la construcción del Supermercado Dot, que trajo graves consecuencias para el barrio Mitre; las obras del Metrobús Norte, cuyas construcciones dificultan la escorrentía (el desagüe) cada vez que llueve y la construcción del Paso Bajo Nivel de la calle Arias, por motivos similares a los del túnel de Balbín.
Las razones de la oposición a la construcción del túnel sobre avenida Balbín hay que buscarlas en que “la traza del FFCC Mitre constituye una barrera física al escurrimiento superficial de las aguas, por lo tanto la apertura de la misma en cualquier sección, impactará en el escurrimiento, modificándolo”, según reza un documento elaborado por la ingenniera hídrica María Eva Koutsovitis, que argumentó que “la ejecución del cruce bajo nivel en la Avenida Balbín podría conectar dos sub-cuencas, actualmente separadas por la traza del ferrocarril, y por lo tanto modificar el impacto de las aguas de lluvia durante el desarrollo de un evento extremo”.
En cuanto a los eventos extremos a los que alude el documento, habría que remontarse al seis de abril de 2013, cuando una tormenta excepcional se abatió sobre Buenos Aires, derramando 150 milímetros en dos horas y provocando una inundación que dejó seis muertos.
Ricardo Moretti es uno de los vecinos que conforman la Asamblea Saavedra, que plantean que “Saavedra no duerme cuando llueve”. Se quejó de que “no conocemos el proyecto del Gobierno para el caso de que vuelva a haber una tormenta como la de 2013”. en cuanto a las obras que está encarando la administración de Horacio Rodríguez Larreta, concuye con que “el vecino de Saavedra no quiere más cemento, por eso nos vamos a oponer a todas las obras que planteó el Gobierno, porque todas lo incluyen”.
Moretti explica que “el arroyo Medrano viene desde Ballester, San Martín, entra a la ciudad por debajo de la General Paqz a la altura de Tecnópolis, sigue por debajo del Parque Sarmiento, toma por Ruiz Huidobro para por debajo del Parque Sarmiento y sigue por García del Río hasta desembocar en el Río de La Plata a la altura de la avenida Martín Rivadavia, en las cercanía del Club Defensores de Blegrano y del club de la Obra Social Buenos Aires (ObSBA)”.
El Gobierno construyó, relató el asambleísta, “unos retenes o reservorios de agua en el Parque Sarmiento, pero hizo lo peor que podía hacer con la tierra que quedó de esa obra. La tiró en el Río de La Plata en la desembocadura del arroyo. Para peor, ahora le ofrecieron al Tiro Federal, al que están a punto de desalojar, que se instale en la isla que se formó con esa tierra. Un despropósito”, se enoja.
Otro problema que deben soportar los vecinos constituídos en asamblea es una cierta actitud oscilante que suele tomar el Gobierno en las vísperas de sus grandes decisiones. “Hace dos semanas nos reunimos con los funcionarios en la Comuna y allí nos dijeron que aún no había una resolución tomada con respecto a la realizaciónde la obra, que por el momento no iban a hacer nada, pero a los dos días, repentinamente, aparecieron las máquinas y empezaron a trabajar”, relató Moretti.
Pero lo más emblemático en este sentido ocurrió dos años atrás. “Ellos convocaron a una asamblea consultiva en la Comuna, para escuchar la opinión de los vecinos. Fuimos a hablar 56 oradores, que unánimemente manifestaron el no a la obra. Así y todo, a los pocos días aparecieron las máquinas, rodeadas por fuertes medidas de seguridad, entre las que había unas vallas muy sólidas. Ese mismo día presentamos una cautelar, que resolvió en ese momento el problema. El juez Roberto Gallardo les ordenó sacar todo el equipamiento y lo debieron hacer. Inmediatamente presentaron una apelación, que en estos días les fue otorgada y ya volvieron a traer las máquinas”.
Lo que vino después fue una fuerte reacción de los vecinos. “El sábado y el domingo pasado hicimos un acampe de 36 horas y luego nos reunimos en asamblea. Mientras tanto, anoche (por el lunes 31 de octubre) ya estaba lista la cautelar que vamos a presentar el dos de noviembre, que tiene una particularidad. El jueves pasado fuimos al Ministerio de Desarrollo Urbano, adonde había sido citada María Eva Koutsovitis y otros vecinos. Estaban allí los ingenieros hidráulicos del Gobierno. La reunión duró dos horas y media y en ella reconocieron todos los errores que cometieron y los problemas que existen, que son los que nosotros planteamos, pero advirtieron que la obra es una decisión tomada y se va a hacer igual. Si bien no nos dejaron filmar la reunión, ellos no advirtieron que uno de nosotros grabó la reunión y ese audio será presentado como prueba, adjuntado a la presentación de la nueva medida cautelar que vamos a presentar”.
Moretti relató además que “la asamblea resolvió que se haga una presentación ante el Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería -del cual forma parte la ingeniera Koutsovitis- para solicitarle que ellos se encarguen de elaborar el estudio que si el Gobierno hizo alguna vez a nosotros nunca nos lo presentaron. El GCBA asegura que el estudio está hecho, pero es posible que les hayan resultado problemas similares a los que planteamos nosotros, por eso siempre lo mantuvieron oculto de nosotros.”
Finalmente, el asambleísta denunció que en el obrador adonde se guarda la maquinaria pesada para lo obra “no existe un cartel que informe el monto de la obra, el plazo de ejecución, el presupuesto, el nombre del director de la obra y la razón social de la empresa que la ejecutaría”.