El domingo próximo 28 de abril se realizarán las Parimarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en una de las provincias clave de la Pampa Húmeda, Santa Fe. Desde 2007 gobiernan allí los socialistas, que entonces llevaron al Palacio Gris (como llaman los santafesinos a la Casa de Gobierno) a Hermes Binner, a quien sucedieron luego Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.
En las primarias del domingo próximo, las noticias no serán buenas para el candidato de Cambiemos, el actual intendente radical de la capital, José Corral. Pero tampoco los socialistas podrán sonreir, dado que las últimas encuestas ubican a Bonfatti al frente, tomándolo de manera individual, con el 29,5 por ciento, seguido por los peronistas Omar Perotti (27,7 por ciento) y María Eugenia Bielsa (19,1 por ciento). Cuarto y en baja aparece Corral con un mustio 18,2 por ciento.
Cambiemos ganó en Santa Fe en 2015 y en 2017. En la primera y segunda vueltas presidenciales de 2015, Macri ganó allí y en 2017 la lista de Cambiemos llegó al 38 por ciento, que le otorgaron una amplia victoria.
Pues bien, eso no se repetirá. Para peor, Corral ni siquiera capta la totalidad de la intención de voto que obtenía Macri hasta hace algunos días, que rozaba el 32 por ciento. Esto ocurre, posiblemente, porque al interior de la UCR se vienen alimentando desde hace muchos años una serie de conflictos internos que jamás se resolvieron y entonces se profundizaron y se volvieron crónicos.
La cuestión se agrava porque, además del incremento de la crisis económica, que disparará aún más a la baja los números de Corral, el armado territorial de Cambiemos fue pésimo, dejando una larga serie de heridos en el camino, que a causa precisamente de sus lesiones, rendirán a medias en el campo electoral.
Las visitas tampoco ayudaron a Corral hasta ahora, ya que la indescriptible Elisa “Lilita” Carrió estuvo en la provincia para apoyarlo, pero se lanzó a una maratón de exabruptos contra Bonfatti, que culminaron en Córdoba, dos días después, con su insana satisfacción por la muerte del exgobernador -peronista, por supuesto- José Manuel de la Sota. Al momento de escribir estas líneas, Macri intentaba rectificar tantos desacierto, desembarcando en la provincia para ir en auxilio de Corral.
Tantos desatinos reunidos levarían, según los pronósticos, a disminuir seriamente las posibilidades de Roy López Molina (Pro) para intendente de Rosario, a quien los números le sonreían hace un tiempo atrás y que hoy se ve en descenso. Los mismo ocurre con la candidatura a intendente de Albor Nicky Cantard (Pro) en Santa Fe. Las encuestas lo muestran en desventaja frente al periodista socialista Emilio Jatón.
En resumen, Bonfatti está primero en la lista de individualidades, pero segundo si se suman los votos de los peronistas Perotti y Bielsa, que lo aventajarían por casi 17 puntos si ambos lograran que sus votantes apoyen el 16 de junio próximo -cuando se elijan cargos provinciales- al ganador entre ambos, lo cual hay quienes aseguran que difícilmente ocurra.
Después de tres períodos gobernando, los socialistas comienzan a dar muestras de agotamiento, aunque aún no está dicha la última palabra.