A poco más de 48 horas de que el Frente Renovador decida cuáles de los cinco precandidatos a gobernador bonaerense que tiene el espacio llegarán a las PASO, estalló la polémica. Es que las presiones para que alguno de los dirigentes que aspira a disputar la interna tenga el “gesto” de retirarse de la contienda generaron malestar. Y así quedó expuesto cuando el diputado nacional y precandidato massista, Felipe Solá, salió al cruce de la sugerencias públicas que le hizo el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Días atrás, Alberto había afirmado: “Felipe ha sido un extraordinario gobernador, el mejor que ha tenido la democracia en la Provincia, pero a mi juicio debería colaborar con que aparezca una nueva dirigencia. A mí me encantaría que ayude a (Darío) Giustozzi”.
Este pedido de Fernández apunta a destrabar la interna bonaerense del partido y levantar al ex intendente de Almirante Brown, quien no despega en las encuestas y tras la incorporación de Francisco De Narváez ve complicada la posibilidad de ser el candidato a gobernador del massismo.
Sin embargo, la maniobra del ex funcionario de Néstor y Cristina Kirchner molestó a su “amigo”, quien no dudó en descargar su furia a través de la red social Twitter.
Alberto Fernández me presionó dos veces para que no volviera a ser Gobernador.En 2006, por orden de Kirchner, y ahora, de Darío Giustozzi.
— Felipe Solá (@felipe_sola) marzo 25, 2015
“Alberto Fernández me presionó dos veces para que no volviera a ser Gobernador.En 2006, por orden de Kirchner, y ahora, de Darío Giustozzi”, acusó Solá.
Este miércoles, Fernández aclaró el tema en diálogo con radio Del Plata: “Nunca lo presioné antes, él no podía ser candidato en 2006 porque la Constitución se lo impedía. No me mandó Kirchner, se lo recomendé yo como amigo”, dijo. Y en una posición más contenedora, manifestó: “Lo que yo dije es mi opinión, nadie me manda a hablar. Felipe al día de hoy es candidato, y es un problema que deberá resolver él”.