El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, brindó una conferencia de prensa este martes en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno bonaerense, acompañado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López. Kicillof no logró que los bonistas acataran la propuesta y terminó pagando lo mismo que hubiera pagado al principio. pero le sumó costo político a su gobierno y también sumó pérdida de credibilidad para el país en el escenario internacional.
Esta deuda a los tenedores de bonos debería haber sido pagado la semana pasada, pero se extendió y este miércoles 5, vence el período de negociación estipulado en las condiciones de emisión del bono para demoras en los pagos y, superada esa fecha, el distrito se verá obligado a alcanzar un acuerdo, hacer el pago íntegro o caer en default.
Según explicó el mandatario provincial, “logró obtener el acuerdo de más de 200 bonistas”, pero no logró el aval de Fidelity, al ser el principal tenedor de esos papeles, ergo la Provincia no alcanza el 75% de consenso necesario para evitar el default.
“El ministerio de Hacienda y Finanzas de la provincia de Buenos Aires anuncia a los tenedores de sus bonos USD 750M 10.875% con vencimiento en 2021 que se extiende el plazo hasta las doce del mediodía (horario de Argentina) del martes 4 de febrero para otorgar su consentimiento a diferir el vencimiento del pago de capital desde el 26/01 hasta el 1/5 de 2020”, dijo el Ministerio de Economía y Finanzas bonaerense en un comunicado.
Kicillof se mostró frustrado y enojado ante la situación, exponiendo que la “Provincia no puede pagar el total de los vencimientos” de los bonos, y que tampoco puede tomar más deuda para poder afrontar el pago a los bonistas ya que “el Gobierno anterior endeudó al país” y “Macri tomó esta deuda sabiendo que después no prestan más”.
En este aspecto, sumó que no solo “dos tercios de la deuda se contrajo en los últimos 4 años” sino que “este año vencen 220 mil millones de pesos” y por ende “se quintuplicó la deuda en la Provincia”.
Así, sin acuerdo con los bonistas, la Provincia inicia un proceso de reestructuración de la deuda, la cual se afrontará en moneda extranjera con recursos propios y sin ayuda del Gobierno nacional.
Ante la “tierra arrasada” que el exministro de Economía señaló haber encontrado, haciendo referencia a territorio bonaerense, indicó también que si bien “la situación de emergencia en la que se encuentra la Provincia” no se traduce aun en un default, se comprometió a que “este problema golpee lo menos posible a las y los bonaerenses”.