Después de que el último fin de semana una mujer resultara apuñalada en el barrio de Belgrano por un trapito, el Pro reflotó la discusión sobre la prohibición de los cuidacoches en la Ciudad. El primero en alzar la voz fue el precandidato a jefe de Gobierno de la Ciudad y vicepresidente 1º de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, quien le pidió “criterio” a la oposición ya que, según entiende, se trata de “una actividad ilegal que ya excedió un límite”.
En esa línea, el diputado Juan Pablo Arenaza (Unión Pro) consideró “no se puede amparar el flagelo de la mafia de los trapitos”. Y apuntó directamente contra los legisladores y precandidatos a jefe de Gobierno kirchneristas, Aníbal Ibarra y Gabriela Cerruti, a quienes les pidió que “expliquen” a los vecinos de la Ciudad por qué se niegan de “modo sistemático” a tratar el proyecto anti trapitos.
“La Ciudad no puede ser presa de mafias y presiones. Desde Unión Pro vamos a seguir trabajando para que la ley se apruebe y los vecinos puedan vivir con mas tranquilidad”, prometió Arenaza.