Con la polémica vigente sobre el tema de los trapitos, un nuevo informe de la Fiscalía General de la Ciudad afirma que así, sin regulación ni control, cada vez hay más denuncias contra los trapitos y que lejos de encontrar una solución la situación está cada vez peor para los que tienen que padecerlos.
De diez denuncias por día y el 95% de las investigaciones que se hacen contra los trapitos son, directamente, “desestimadas”.
El trabajo que tiene esas conclusiones toma a 3.191 denuncias que la Fiscalía recibió durante 2013.
De ese total, el 94,9% jamás llegó a juicio por falta de pruebas. Y, además, otro 4,8% fue recalificado a “falta”, una categoría aún menor, publica Clarín.
Según indicó el fiscal General de la Ciudad, Martín Ocampo “lo que sucede hoy es ambiguo y genera mucho desánimo en el trabajo de los fiscales. Por un lado la normativa los obliga a perseguir la conducta del cuidacoche, pero por el otro perseguirla requeriría de un esfuerzo presupuestario desorbitante, porque para obtener las pruebas se necesitarían cientos de inspectores y filmaciones. Hay que buscar una salida normativa eficiente”.
Según sus datos, el 71,7% de las denuncias recibidas por la Policía fueron sobre hechos ocurridos en Belgrano, Núñez, Colegiales y Palermo, sobre todo en días en los que hubo partidos de fútbol en esas zonas, por ejemplo, en el estadio de River. El mismo informe sostiene que Barracas, La Boca, Pompeya y Parque Patricios acumularon el 13,9% de los casos denunciados.
Un 40,3% de los imputados identificados registró más de una imputación en el año. Y suma que un 20,2% incluso estuvo vinculado a dos o tres casos, y otro 20,1% a cuatro casos o más. Sin embargo, como el 99% “ingresa” por “prevención policial”, nunca llegan a “denuncia”.
Actualmente, el artículo 79 del Código Contravencional castiga a quienes exigen dinero a cambio de cuidar un auto estacionado, pero no a quienes reciben una contribución voluntaria. Y ahí es donde la Fiscalía pone el alerta: con estas normas, el problema es que se hace muy difícil probar los aprietes, sobre todo porque para eso hacen falta testigos, y entonces no puede haber sanción. Y el dinero que se maneja en estos casos no es menor: piden hasta $ 100 en algunos casos. O incluso más.
“Entre 2007 y 2012 existió una tendencia en alza hasta 2011, cuando se produce una caída”. Pero esa baja, sostiene, “puede encontrarse relacionada con la ausencia de espectáculos en el estadio de River Plate, ya que durante casi todo ese año los recitales se encontraban suspendidos”. En 2012 volvió a notarse un 24,7% más de denuncias, ya con la vuelta de los recitales. Y finalmente en 2013 las cifras bajan, pero para el estudio eso se justifica con que las personas afectadas ya no denuncian los casos.
“Es una complicación. Por eso tenemos que implementar cambios en el código, para que la Federal y la Metropolitana tengan herramientas para actuar”, opinó Cristian Ritondo (PRO), que impulsa el proyecto para prohibir la actividad. para investigar. Basta ir a cualquier lugar de la Ciudad donde haya cuidacoches para ver cómo operan”.