La situación judicial del falso abogado Marcelo D’Alessio se complicó. Ya está procesado por el juez federal de Dolores, Alejandro Ramos Padilla. Ahora sumó un nuevo procesamiento con prisión preventiva por el delito de extorsión. La resolución la tomó el juez federal Luis Rodríguez y es por el caso del empresario Gabriel Traficante, investigado en la causa conocida como “mafia de los contenedores” en el fuero federal penal económico, a quien D’Alessio le pidió sumas de entre 90 y 600 mil dólares para aliviarle su situación judicial y evitarle el escrache público en el diario Clarín por medio del periodista Daniel Santoro.
El juez Rodríguez sostuvo que D’Alessio “procuró infringir temor suficiente sobre Gabriel Traficante” para luego reclamarle dinero a cambio de hacer gestiones para alivianarle su situación judicial. D’Alessio “ha desarrollado una estructura por medio de la cual parecería contar con el apoyo de distintos sectores y ha realizado una suerte de inteligencia sobre el querellante para poder compelerlo”, explicó el magistrado, que además de procesarlo le trabajó un embargo de bienes por un millón de pesos.
D’Alessio se valió de dos canales para extorsionar a Traficante. “El primero, bajo referencias sobre la existencia de una investigación judicial irregular que cada vez sería más complicada y en la que terminaría preso; el segundo, mediante la publicación de notas periodísticas que lo escracharían públicamente, desprestigiándolo en el ámbito social”, apuntó.
“D’Alessio comenzó haciendo alusión ante Traficante de un estrecho vínculo con Daniel Santoro, periodista del diario Clarín, para luego expresarle que aquel poseía datos suyos y de su familia para escracharlo. Todo ello seguido con que le adelantó, con un día de anticipación, que saldría una nota atribuyéndole responsabilidad en el expediente criminal aludido, lo que efectivamente sucedió”, escribió el magistrado. “Si yo le digo a Santoro que compró pescado podrido se la tiene que comer porque yo estoy haciendo cinco investigaciones con Santoro, entonces yo llego a Santo si quiero”, se ufanó D’Alessio en uno de los intercambios.
Rodríguez invocó también los mensajes de WhatsApp con los que D’Alessio presionó a Traficante. “Yo sé cómo lo tengo que arreglar, es la Argentina. Para bien y para mal. Para mal porque te pueden recontracagar la vida cinco hijos de puta. Para bien, porque se puede arreglar”, le dijo en uno de esos mensajes. El magistrado se preguntó, además, si la extorsión a Traficante, que ocurrió a fines de 2016, “resulta ser un hecho aislado o forma parte de una conducta que se ha reiterado, gracias a la cooperación de otros individuos, por cuanto resulta sumamente complejo sostener este tipo de acciones en solitario”.