La venta ilegal callejera aumentó en todo el país el 13,9 por ciento respecto al primer trimestre de 2014, con precios hasta 50 por ciento inferiores al mercado formal, según reveló un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). El mismo, que fue realizado en nueve ciudades del país, también evidenció un incremento del 21,6 por ciento del venta ilegal en la ciudad de Buenos Aires.
En tanto, la comparación respecto al último trimestre del 2014 marcó una caída de 9 por ciento de este tipo de comercio que se explica, según la CAC, por cuestiones estacionales ya que la actividad ilícita suele alcanzar sus máximos niveles durante el período de Fiestas.
El Informe de Venta Ilegal Callejera en la República Argentina que la Cámara de Comercio realiza en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Salta, Neuquén, Posadas, Mendoza, Paraná, Santa Fe y San Miguel de Tucumán concluyó que la venta ilegal de productos en la calle aumentó el 13,9 por ciento durante el primer trimestre del año respecto a igual periodo de 2014.
Según el relevamiento, la suba interanual estuvo explicada por aumentos en Buenos Aires (21,6%); Santa Fe (20,6%); Paraná (6,8%); Neuquén (1,9%); y Rosario (0,3%); mientras que Salta y Posadas registraron bajas, de 19,2% y 5,3%, respectivamente.
Además, el informe puso de manifiesto que indumentaria y calzado fue el rubro que tuvo mayor incidencia en el incremento de venta ilegal en Buenos Aires (46%); Rosario (31,2%); y Tucumán (34,5%).
La misma entidad reveló que un vendedor que opera en la informalidad y evade el pago de impuestos cuenta solo con ello con la posibilidad de vender al público a mitad de precio que en el mercado formal.
Esto considera, además, que el comercio ilegal compra como mínimo a un precio 21 por ciento menor por la no inclusión del IVA en la producción y distribución del artículo, además de la evasión de otros impuestos como ingresos brutos, cargas sociales, ART, Autónomos, impuestos municipales, impuesto al Cheque e impuesto a las Ganancias.
La CAC recordó en su informe que debe considerarse que en los canales ilegales de venta típicamente se comercializan productos falsificados que eluden así los costos asociados a la creación, diseño, publicidad y posicionamiento de marca.
Además, puntualizó que esta forma de comercialización registra un incumplimiento de los mínimos estándares de seguridad e higiene vigentes, y aquellos que ocupan el espacio público no incurren en costos en concepto de alquiler, energía, mantenimiento, seguros, equipamiento y mobiliario, entre otros.
Por lo que el estudio concluyó que en el mercado ilegal se pueden encontrar productos hasta 75 y 80 por ciento más baratos que en el comercio formal.