La ley establece períodos precisos para realizar campañas políticas con objetivos electorales sin embargo, y a pesar de las consecuencias que establece la normativa para quienes no cumplen con ella, no son pocos los políticos que consideran un “bajo costo” las multas que la justicia puede imponerles y un “alto beneficio” al posicionarse primero.
Es así que las calles porteñas, y de las principales urbes argentinas, entran en campaña mucho antes que la ley así lo permita. Ejemplos de estos políticos que prefieren invertir en afiches ilegales a pesar de la futura sanción judicial son los casos de los afiches del diputado nacional Roy Cortina que propone “Conectate al Socialismo” (los cuales fueron denunciados públicamente por el Sindicato Único de Publicidad trazándoles una faja que informa “este partido viola la ley”); otro ejemplo es el que motivó días atrás la sanción por parte del Gobierno porteño al ex titular del Banco Central, Martín Redrado, por pegar afiches con su imagen en la vía pública.
Pero más allá de la comisión de la infracción que representa la “pegatina ilegal en espacios públicos”, la cual está vigente todos los días del año, al acercarse los períodos electorales los políticos suman a este acto de “vandalismo” otra conducta ilegal consistente en no respetar la prohibición de realizar campañas políticas fuera del plazo establecido.
Frente a estas prohibiciones establecidas por la ley electoral, no son pocos los dirigentes que buscan encontrarle la vuelta para caminar sobre una delgada línea entre lo legal y lo ilegal. Varios son los casos que recurren a la creatividad, para poder hacer campaña pero sin estar en infracción con la ley electoral.
Días atrás la Reina del Plata amaneció con una pegatina que es un buen ejemplo de estos casos de la inteligencia creativa puesta a disposición de las ambiciones proselitistas. Con la utilización de un signo de adición, la campaña de Sergio Massa pisó territorio capitalino pero sin exponer al candidato. “Dale + a la Ciudad” fue la forma creativa de iniciar la campaña del intendente de Tigre para el Congreso días antes del 12 de julio, fecha en que se inicia el plazo legalmente permitido para la campaña electoral.
Otra pegatina que colma las paredes porteñas es la que en afiches verdes y rojos, genera una incógnita al plasmar en letras “Frenó el aumento del subte, votalo en agosto para que esté en octubre”. Si bien no se expresa el nombre del candidato ni del partido, quien impulsó el amparo contra el aumento del subte fue el legislador porteño Alejandro Bodart, actual candidato al senado por la Nueva Izquierda.
En color rojo y con el slogan impuesto desde hace tiempo, los afiches que versan “Ella o vos” remiten directamente a Francisco De Narváez, aunque en los papeles el nombre del candidato o del partido brillan por su ausencia.
“La publicidad debe encuadrarse en el marco de la ley y en ningún caso dañar o destruir propiedad de los vecinos, especialmente si se trata de campañas políticas que piden el voto a esos mismos vecinos”, sostuvo el subsecretario de Uso del Espacio Público, Patricio Di Stéfano, quien afirmó que “de cara a las próximas elecciones la Ciudad multará sin excepciones a todos los partidos políticos que dañen la propiedad pública mediante pegatinas ilegales y vandalismo”.
Y mientras el Gobierno de la Ciudad perseguirá las pegatinas y pintadas en espacios indebidos, quedará en manos de la jueza federal con competencia electoral en la Capital Federal, María Romilda Servini de Cubría, sancionar a aquellos partidos que hagan campaña cuando está prohibido. Los creativos afiches que dicen sin decir colocados en lugares permitidos, esos… habrán encontrado la grieta. La campaña empezó hace rato, aunque la ley diga que aún no.