El trimestre negro de Sergio Massa y de la militancia del Frente Renovador se desarrolló entre principios de marzo y principios de junio. En ese período, se fugaron del partido 9 intendentes y decenas de diputados nacionales, legisladores provinciales y concejales. La mayoría fue a engrosar las filas del kirchnerismo.
Como ayuda memoria, vale recordar al menos a esos intendentes, en línea cronológica: Gustavo Posse (San Isidro), Sandro Guzmán (Escobar), el luego retornado Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), el giustozzista Daniel Bolletieri (Almirante Brown), Humberto Zúccaro (Pilar), Raúl Othacehé (Merlo), José Eseverri (Olavarría), Daniel Bolinaga (Arrecifes) y Gabriel Katopodis (San Martín).
Además de la tormenta política y mediática, cuando se acercó la fecha del límite legal para presentar las listas, al massismo lo complicó el llenar los vacíos que dejaron fugas tan relevantes como las de Katopodis, en su caso más extremo. Es que al acontecer sobre el final, el FR no tuvo tiempo de crear una alternativa y ahora jugará casi desnudo en algunos de esos distritos.
El sábado pasado los apoderados del FR presentaron ante la Junta Electoral del Poder Judicial lo que una semana antes (técnicamente, lunes a las 8am) figuraba en la Junta Electoral partidaria, aunque con algunos cambios que habilita la ley en la Provincia (otorga 6 días para enmendar y modificar). Igualmente, fuentes del comando de campaña explicaron a NU que se intentó que haya el mínimo de primarias posibles para que “no se maten abajo sino hagan campaña por Massa Presidente, en vez de desperdiciar recursos para ganarle al otro en el distrito”.
De lo entregado en relación a las intendencias, surge que el desbarajuste interno provocó que no haya un criterio rector en cuanto a las internas. Si bien hace unos meses se discutía si habilitar o no más de dos candidatos a nivel local, terminó ocurriendo que algunos municipios tienen hasta 5 postulantes, y en muchos otros uno sólo de unidad.
Es el caso de dos de las comunas en donde el massismo debió apagar el incendio dejado por las partidas: en Pilar irá como candidato único el senador bonaerense Jorge D’Onofrio, mientras que en Olavarría lo será la diputada nacional Liliana Schwindt (quien nunca fue muy afecta a Eseverri). También pasará lo mismo en Escobar, con Luis Carranza (aunque muchos dicen que Guzmán volvería al massismo luego de cierta rispidez en el cierre de listas con el FPV).
La picardía política de los hermanos Jesús y Roque Cariglino, de romper con el PRO a último momento (en disconformidad con Jorge Macri) hizo que vuelvan al massismo y en su boleta el barón de Malvinas Argentinas buscará otra reelección.
En San Martín, tal vez el bache más difícil de llenar para el tigrense, se decidió que sea el diputado nacional Carlos “Tato” Brown quien busque volver a la intendencia (ya había sido jefe comunal en tiempos de Duhalde). No hubo la misma suerte en Merlo: las pocas chances de construir algo por afuera de Othacehé llevaron a que haya una inflada disputa entre ignotos: Domingo Palma, Eduardo Varela, Aurora Breppe y Rubén Alvarez.
En Almirante Brown, donde la pugna entre el nuevamente kirchnerista Darío Giustozzi y el sciolista Mariano Cascallares hegemoniza el arco peronista, el massismo no logró unidad y lleva a las PASO a Mario Serrano (cercano al tandem Mónica López-Alberto Roberti) y Fidel Jerez (de la agrupación Perón Vive).
En cuanto a los otros distritos clave, en los que no hubo fugas, así quedó la realidad massista: Julio Ledesma (La Matanza), Nicolás Russo (Lanús), Walter Queijeiro (Quilmes) y los marplatenses Lucas Fiorni y Alvaro García Fanproyen (General Pueyrredón). Dentro de lo que se descontaba, en San Miguel buscará repetir De la Torre y en Tigre hará lo propio Julio Zamora, con la ayuda extra en su boleta, ya que llevará como candidata a primera concejal a Malena Galmarini.
Además de Merlo, otros tres distritos resalta por su nutrida interna: Pergamino (con tres candidatos), Zárate (con cuatro), Avellaneda y Esteban Echeverría (con tres). El caso más exacerbado en donde las bases no pudieron alcanzar la unidad es La Plata: allí el massismo llevará a cinco precandidatos a intendente, aunque se descuenta que la primaria la ganará José Arteaga, quien cuenta con el apoyo del diputado provincial Juan Amondarain, muy cercano a Massa.
La sorpresa se dio en Lomas de Zamora: hasta el cierre de listas, el candidato de unidad era Ramiro Trezza, apoyado por uno de los armadores massistas en la Tercera Sección, el rector de la UNLZ, Diego Molea. Sin embargo, sobre el final se sumó al concejal Juan Veliz, conocido por ser un peronista ortodoxo.
