Después de recorrer un largo camino, cuando se encuentra a punto de debutar, el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE) pareciera estar siendo víctima del hecho de haber nacido bajo un mal signo.
Aprobada su utilización por la Legislatura porteña el 9 de diciembre de 2013 (Ley N° 4.849), la BUE iba a ser empleada por primera vez en las PASO porteñas que se realizaron el 26 de abril último, pero la demora del Gobierno de la Ciudad en implementar el sistema motivó que el 4 de marzo la Legislatura votara la postergación de su estreno para el 5 de julio próximo, cuando se realizará la primera ronda electoral para elegir la fórmula de jefe y vicejefe de Gobierno, legisladores y comuneros.
Al final, luego de tantos accidentados avatares legales para su implementación, el sistema está a punto para ser utilizado el domingo próximo por primera vez.
“Puede fallar”, advertía el popular mentalista Tu Sam cada vez que encaraba una prueba de difícil resolución. Así, si salía bien destacaba su mérito, y si salía mal, el público estaba advertido y se disponía a disculpar con su aplauso al artista, que en el ínterin no dejaba de poner cara de sufrimiento. Por carácter transitivo, pareciera entonces que el propio Tu Sam siguiera vivo y hubiera estado involucrado en las últimas adversidades de la BUE.
Días atrás, algunos especialistas en informática detectaron que los certificados SSL –claves de encriptación– de las terminales que deben enviar los resultados de los comicios desde cada centro de votación –hay una por cada lugar– al centro de cómputos del Gobierno habían sido publicados. La página que divulgó tan inconveniente información es http://caba.operaciones.com.ar (hoy ya fuera de sistema), que debería haber estado configurada para mantener fuera del alcance del público los datos que solo debían tener en su poder las autoridades de las mesas de votación. Pero no lo estaba.
Un certificado SSL es un archivo de datos que contiene una clave de encriptación. Esta clave permite transmitir datos codificados, es decir, que no pueden provenir de otra terminal que no sea la que está transmitiéndolos, porque nadie más conoce esa clave. De esta manera se garantiza la autenticidad de los datos que se transmiten.
Esta fuga de seguridad podría permitirles a personas malintencionadas, fueran del signo que fueran, cargar datos falsos de los comicios en las terminales que están conectadas a internet, ya que las demás máquinas para votar no lo están, precisamente para dificultar la intercepción de sus datos por parte de los hackers.
El problema que persiste es que poseyendo el certificado SSL, un hacker podría fingir ser una terminal y cargar datos falsificados del escrutinio a la central de cómputos.
El pájaro cantor
Un hacker que se identificó como @FraudeVotar cantó en la red del pajarillo los pines de acceso a las mesas de las elecciones del domingo, con una leyenda abajo que decía: “PIN de todas las mesas proxima elección 5 de Julio 2014 Ciudad Autonoma de Buenos Aires. Los DVD de Vot.Ar ya fueron grabados no posible cambiar PIN sin grabar nuevos DVD. #votarleaks” (sic).
Pero el anónimo husmeador de la web denunció también que “la máquina Vot.Ar tiene memoria que no se borra al apagarla”, a la vez que cuestionó la auditoría sobre el sistema que realizaron técnicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales a pedido del Tribunal Superior de Justicia.
En este tópico, el desconfiado hacker –¿qué otra cosa puede ser un hacker sino un hombre de poca fe?– no fue el único en poner en duda los resultados de la auditoría. El especialista Enrique Chaparro denunció también que el informe de la facultad resultó insuficiente y que además contiene serios defectos metodológicos.
El propio Chaparro había dicho hace algo más de un mes que el TSJ aún no había transmitido entonces la información, ni al público ni a los partidos políticos, acerca de las revisiones de seguridad del sistema que utilizará la empresa Magic Software Argentina (MSA) en las máquinas en las que se imprimirá el voto, ni sobre su funcionalidad y usabilidad.
Leyes veredes, Sancho, que non crederes
Todas estas carencias y fallas en el tráfico de información electoral violan abiertamente los artículos 24 y 25 de la Ley 4.894. El primero establece que el sistema a utilizar en los comicios debe ser, entre otros ítems, auditable por parte del público y los partidos, y documentado.
Este último término es utilizado para especificar que se debe incluir en el informe sobre el sistema la documentación técnica y de operación “completa, consistente y sin ambigüedades”.
Por su parte, el artículo 25 establece que la autoridad de aplicación debe aprobar y controlar las tecnologías y debe garantizar el acceso y la información técnica y la fiscalización a los partidos políticos.
“Se dirigen a un público cool”
Desde el Frente para la Victoria cuestionaron que “el Gobierno capacitó mal y tarde. Se dirigen solamente a su propio público, un público cool, moderno y de clase media. El 26 de abril, cuando se realizaron las PASO, no hicieron ni siquiera un voto para testear el método en alguna comuna, lo que les impidió poner en marcha un sistema de prueba y error”.
“No estamos en contra del voto electrónico, sino del negocio que se está haciendo en el Gobierno porteño con eso”, agregaron en el bloque K de la Legislatura.
Desde el kirchnerismo porteño propusieron el jueves último que, para preparar el terreno al electorado, se publiquen en los medios las listas de candidatos tal como se verán en las pantallas, para que el público se familiarizara con las imágenes. Como no había tiempo de votar una ley para eso y luego implementarla previamente a las elecciones, la Legislatura aprobó una resolución para incluir su propuesta en los suplementos que publica en distintos medios de comunicación.
“Tienen que tener en cuenta que este sistema de votación es un cambio cultural muy fuerte. No te olvides que, desde 1983, la militancia previa a las elecciones era la entrega a los afiliados de la boleta partidaria, la que llevaba los candidatos del partido político. Esto significaba una herramienta de la militancia y la usábamos todos. Por eso solicitamos que se publicaran las imágenes de las boletas que ahora se van a visualizar en una pantalla, porque eso está en la memoria de todos”, señalaron desde el bloque K de la Legislatura porteña.