La Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, advirtió nuevamente al Gobierno porteño sobre la posible existencia de fibras de asbestos en el Penal de Caseros. Oliveira ya realizó varias veces esta exhortación, pero mientras que en estos meses se están realizando los preparativos para demoler este edificio, hoy se conoció la noticia de que a partir del 2003 estará prohibida la producción, importación, comercialización y uso del asbesto crisotilo (base del amianto). Esta decisión fue tomada mediante una resolución del Ministerio de Salud de la Nación.
"Tenemos denuncias – afirmo Olivera – sobre la existencia de un mineral llamado ´asbesto´ en la construcción del penal, que resultaría tóxico y generador de reacciones cancerígenas", y ante esta situación se preguntó sobre "cuáles son las previsiones tomadas en esa zona y los cuidados para los vecinos" del barrio de Parque Patricios.
Las fibras de asbesto son particularmente peligrosas porque ingresan en las vías respiratorias y, como el organismo no puede asimilarlas, se depositan en los pulmones. Tras un período de latencia, el mineral provoca desde inflamaciones crónicas hasta cáncer de pulmón o de pleura.
Según afirmaron fuentes de la Defensoría, el secretario de Obras Públicas, Abel Fatala, habría reconocido la utilización de estas fibras en la construcción en la Cárcel de Caseros. El asbesto se encuentra presente en miles de edificios en todo el mundo – incluso se teme que a raíz de los atentados cometidos en Estados Unidos se produzcan afecciones en las vías respiratorias por la posible presencia en el ambiente de este materia tóxico -, lo que obliga a adoptar severas precauciones en situaciones como la que se van a producir en la demolición de la Cárcel de Caseros, porque las fibras pueden ser liberadas hacia el medio ambiente.
Pero no sólo en la construcción se han utilizado estas fibras, también las contienen algunos cartones, los plásticos, algunos papeles, los discos difusores, los guantes de amianto, las pastillas para frenos, las planchas, las tablas para planchar, los hornos a microondas, algunas telas, las tostadoras, los secadores de pelo y las estufas.
Dos cámaras de comercio y una empresa reaccionaron solicitando, mediante presentaciones judiciales, la derogación de esta medida, que firmó el ministro de Salud, Héctor Lombardo, luego de que fueran propuestas por la Comisión Asesora sobre el Asbesto y por el Programa de Salud del Trabajador, que están bajo la órbita de la Secretaría de Políticas y Regulación Sanitaria de dicho ministerio.