A poco menos de una hora del cierre de los comicios, con “La Excepción” de Gustavo Cerati de fondo, empiezan a ultimarse los detalles en el búnker que, como ya es costumbre, el PRO montó en Costa Salguero. Escenario donde días atrás, la fórmula presidencial del Frente para la Victoria, integrada por Daniel Scioli y Carlos Zannini, eligió para lanzarse en forma oficial a través de una cena de recaudación, en la que recibieron aportes por 35 millones de pesos.
El candidato macrista, Horacio Rodríguez Larreta, tiene previsto su arribo al complejo para las 18, momento en el que la votación haya cerrado y el conteo empiece a fluir. Según anticiparon desde el gobierno porteño, se estima que a partir de las 19 ya empezarían a conocerse los primeros datos. Mientras que alrededor de las 20.30 habría una tendencia firme.
Con respecto a la elección, en el PRO hay una plena confianza en que seguirán al frente de la administración capitalina más allá del 10 de diciembre, cuando Mauricio Macri se despida tras ocho años de gestión, amparados en la amplia ventaja que el jefe de Gabinete porteño obtuvo en la primera vuelta por sobre a su rival, el candidato del Frente ECO, Martín Lousteau.
En la previa a la veda electoral, en el macrismo manifestaron a Noticias Urbanas cierto malestar con el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner, a quien cuestionaron por no revelar a qué candidato apoyará a nivel nacional, pese a que los partidos políticos que lo sostienen, integran el frente nacional opositor Cambiemos.
Asimismo, si bien reconocieron que a estas alturas el balotaje local se encuentra entremezclado con las primarias nacionales, en las que el líder del PRO será uno de los principales animadores -según lo que indican las encuestas-, descartaron que estén a la expectativa de un “número mágico” este domingo, en relación al resultado final que pueda obtener Rodríguez Larreta.
“Con el 50 por ciento más un voto, estaremos satisfechos”, aseguró a NU Eduardo Macchiavelli, secretario de Gestión Comunal y Acción Ciudadana e integrante de la mesa chica del larretismo.