Motivado por la serie de denuncias que surgieron contra el gobierno nacional en los últimos tiempos, y focalizando en el informe presentado por Jorge Lanata en que se vincula al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al triple crimen de General Rodríguez y el tráfico de efedrina, el ministro de Defensa y candidato al Parlasur, Agustín Rossi, publicó una “carta abierta a la militancia del FPV”, defendiendo al proyecto nacional que integra y planteando los desafíos a futuro a partir de las PASO de este domingo.
A continuación, la carta de Rossi.
La operación montada sobre Aníbal Fernández fue una clara demostración de que las corporaciones no tienen límite alguno cuando defienden sus intereses y buscan desgastar al único proyecto político que no se disciplinó ante sus aspiraciones sectoriales.
Como dijo Evita, los enemigos del pueblo nunca duermen. Y siempre están buscando el momento para dar el zarpazo. El domingo dieron una demostración más.
Algunos compañeros, con buena fe, se mostraron sorprendidos. Realmente, a mí no me sorprendió para nada lo que le hicieron a Aníbal. Para las corporaciones todo medio es útil con el objetivo de ver derrotado a nuestro espacio político. Y son capaces de cualquier cosa de acá al 25 de octubre próximo.
El domingo pasado la víctima fue Aníbal. Pero los que primero padecieron la difamación fueron Néstor y Cristina. También la sufrieron Máximo, Nilda, Axel, Mariano Recalde. La lista es interminable. No es nueva esta metodología. Ya en 1964 Arturo Frondizi la denunciaba en el capítulo 4 del libro ““Estrategia y táctica del movimiento nacional”: allí hablaba con claridad de “la corrupción, pretexto para derribar gobiernos”
Está claro que todo esto tiene directa vinculación con las elecciones del próximo domingo, por eso no hay que confundirse. Las PASO no son un partido amistoso como algunos quieren hacernos creer; tampoco hay que hacerles caso a quienes dicen que son una “gran encuesta”. Las primarias son una votación trascendente y su resultado será clave para la proyección del Frente para la Victoria de cara a las elecciones generales de octubre.
Los militantes y adherentes a nuestro espacio político lo tenemos que tener muy en claro. Tenemos que salir a ganar, y por la mayor diferencia posible. Para eso, necesitamos de todos y cada uno. De acá al domingo tenemos que redoblar el esfuerzo militante: charlar con nuestros familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o de estudio.
Explicarles lo que nos estamos jugando. Pedirles humildemente que nos acompañen, como hacía Néstor. Y también que nos ayuden, de acá al domingo, asumiendo una postura activa en los círculos en los cuáles se mueven.
Perón decía que cada uno de nosotros lleva un bastón de mariscal en la mochila. Es hora de sacarlo y asumir el compromiso militante para lograr esa victoria contundente. Que no será solamente la de Daniel Scioli y Carlos Zannini, sino que será el triunfo de un pueblo que aprendió de las lecciones de la historia, que no quiere volver atrás y desea profundamente seguir por el camino trazado por Néstor y Cristina, asumiendo los nuevos desafíos de la época.