Una abstrusa amenaza contra Elisa Lilita Carrió se produjo en la noche del jueves, antes del comienzo del acto de cierre de campaña del espacio político que lidera la chaqueña en el Palais Rouge, según una denuncia exclusiva del periodista de Clarín, Nicolás Wiñazky.
La amenaza constó de varias piezas. La primera -o la más llamativa- fue un estuche similar a los de las alianzas matrimoniales que contenía dos balas calibre .38, que llevaban las iniciales de los amenazados, que fueron Lilita Carrió, Toty Flores y Marcela Campagnoli. A su lado reposaba otro cartucho del mismo calibre que los anteriores, envuelto en el mismo fino papel.
Pero el cierre de la intimidación fue lo más desconcertante. Una nota, escrita con la pluma traviesa de un conocedor de la literatura dramática, comenzaba apostrofando a Lilita y a su compañero de fórmula. “En esta guerra por mercados, no hay lugar para gordas ni villeros. Ya estamos radicados en Arg. -abrevia el supuesto narcoescritor-. Invertimos y tenemos protección, así que nos quedaremos como hicimos en Mx y otros países”.
Luego, los narcoliteratos van al hueso. “Por eso, luego que acordemos los territorios entre nosotros, iremos contra tus familias. Qué pueden hacer? Nada. Fue y será inevitable, no es nada personal”, parafrasearon a Gustavo Ceratti.
Una vez puesta en claro su enemistad, el posible narcoescriba expresó sus prioridades. “Aviso porque preferimos no tener escándalos ni prensa (¿por esa razón hicieron pública esta misiva?), así que mejor déjense de joder y bórrense. Arg. va a ganar si USA no puede?”, advirtieron ominosamente.
Eso sí, en el final de la carta el narcocerebro se opone terminantemente a ser tomado con seriedad. “Acá murieron muchos indios por oponerse a la conquista. No queremos pelear, esa no es nuestra estrategia, queremos clientes que compren”, expresan, equiparando su lucha delictiva con la de los pueblos originarios, que defendían su tierra, su cultura y sus costumbres ancestrales.
El último párrafo, en tanto, adquirió un tono misterioso, más propio de un galán de telenovela mexicana de la década del 50 que de un mafioso mexicano de estos tiempos. “Te vi + flaca en Azul, ni me viste”, le reprochó.
La jueza María Romilda Servini de Cubría quedó a cargo de la investigación, mientras que los peritos de la Policía Federal serán los que determinen el origen de la pieza literaria y de todo otro indicio que pueda conducir al esclarecimiento del delito.
