El sciolismo, a la caza de los votos de los centros urbanos

El sciolismo, a la caza de los votos de los centros urbanos

Desde el equipo de campaña del presidenciable del FpV quieren mejorar la performance en la Provincia, especialmente en Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, en donde triunfó Cambiemos.


Los días previos a las primarias, el sciolismo dejó trascender que su objetivo ideal era conseguir 45 puntos en la provincia de Buenos Aires y arañar los 40% a nivel nacional. No logró ni lo uno ni lo otro, a pesar de ganar claramente las elecciones a nivel nacional.

La clave -dejando de lado factores relativos a la fiscalización- fueron los grandes centros urbanos del interior bonaerenses, nivelados a favor con una victoria en la Tercera sección que le sacó 23 puntos de ventaja a Cambiemos.

En algunos distritos muy ligados a la producción agropecuaria -tradicionalmente esquivos al kirchnerismo desde 2008- la paliza en contra fue contundente y Cambiemos ganó con holgura, aunque por su caudal electoral esos municipios no mueven el amperímetro.

Por eso, según informaron a Noticias Urbanas desde la campaña del gobernador saliente, la meta está puesta “en redoblar los esfuerzos en Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca” y, obviamente, evitar que los votos de Julián Domínguez salgan disparados hacia otro espacio.

En la capital balnearia argentina por excelencia, Scioli obtuvo casi 8 puntos menos que la suma de Macri, Sanz y Carrió. La Feliz es el segundo distrito con más votantes de la Provincia, seguido por La Plata, en donde el kirchnerismo quedó 5% por debajo del frente opositor.

En Bahía Blanca la diferencia fue de 12 puntos por debajo del macrismo, y en otras ciudades medianas del interior, como Tandil, casi similar. Por eso, el equipo de campaña que coordinan Jorge Telerman y Juan Courel buscará incrementar la presencia y los recursos para garantizar un triunfo en primera vuelta.

En la esfera kirchnerista, en tanto, se aguarda con expectativa el destino que le deparará al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y al ministro Florencio Randazzo. Ambos fueron por años los máximos referentes y armadores de la Cuarta Sección por ser oriundos de Chacabuco y Chivilcoy, respectivamente.

La suerte de los dos, el primero por la derrota de la primaria para la gobernación, y el segundo por la insurrección ante la orden de Cristina para ser candidato, es incierta y dejaron huérfana a una región que de por sí es adversa al FpV.

Desde el entorno de Domínguez señalan que el diputado (cuyo mandato culmina en diciembre) se siente contenido por Scioli -quien busca sumarlo a actos de campaña en el interior- y creen que, de ganar en octubre, el gobernador saliente le otorgará un ministerio (seguramente Agricultura).

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