El fallo de la Justicia tucumana que decretó la nulidad de las elecciones en las que el ex ministro de Salud, Juan Manzur, fue consagrado como el próximo gobernador de la provincia generó enorme revuelo en el seno de kirchnerismo.
Si bien tanto el gobierno del mandatario saliente, José Alperovich, como el PJ provincial anticiparon que la decisión judicial será apelada, en el gobierno nacional no descartan una intervención federal por dos años.
La posibilidad, que según trascendió fue analizada por la presidenta Cristina Kirchner junto al secretario de Legal y Técnica y compañero de fórmula de Daniel Scioli, Carlos Zannini, durante la noche del miércoles, fue reconocida este jueves por el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien de todos modos aclaró que el caso terminará en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
“Existe material para discutir la intervención, pero primero hay que ir por la vía judicial. Esto es un prevaricato liso y llano. Es un desaguisado, un disparate”, sostuvo el ministro coodinador.
Sin embargo, el apoderado del PJ de Tucumán, Marcelo Caponio, sentenció en declaraciones a Radio UNO: “Si la Corte Suprema de Justicia (local) sostiene el fallo, es imposible realizar una nueva elección en treinta días”. Por lo que aseveró: “Tendremos que esperar uno o dos años para que se restituyan a la normalidad todos los poderes”.
Desde el oficialismo calificaron el fallo de la justicia tucumana como un “golpe de Estado judicial” y ratificaron que lo indicado sería reconocer el triunfo de Manzur, quien según el escrutinio definitivo ganó la elección por 11,7 puntos de ventaja sobre el opositor José Cano, que contó con el apoyo de Mauricio Macri, Sergio Massa y Margarita Stolbizer.