Cuando faltan apenas poco más de tres semanas para las elecciones, las disputas entre las principales fuerzas están a flor de piel. No solamente Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa juegan todas sus fichas para suceder a Cristina Kirchner: el próximo 25 de octubre se renovará gran parte del Congreso, y allí también la pelea es feroz.
“Tengo expectativa de que el oficialismo pierda la mayoría”, señala el diputado macrista Pablo Tonelli, quien busca revalidar su banca en la Cámara baja.
Abogado constitucionalista, Tonelli fue uno de los principales referentes macristas que plantearon cambios en el sistema electoral para los próximos comicios a raíz de la escandalosa votación en Tucumán.
En diálogo con Noticias Urbanas, el legislador nacional por la Ciudad de Buenos Aires asegura que la campaña de Scioli está digitada por la Casa Rosada y plantea que el líder de Pro llegará a competir en segunda vuelta con el gobernador bonaerense.
Admite que Macri podría gobernar sin mayoría propia en el Congreso, pero retruca: “No necesitamos ser hegemónicos para gobernar, no tenemos que imponernos por la fuerza”.
–Esta semana comenzaron a circular los spots en radios y canales de televisión. ¿Cuál es la estrategia de Pro para el final de la campaña?
–Tenemos el propósito de poder discutir nuestras propuestas, planes y programas de gobierno de una manera más intensa que en las PASO. Allí hubo pocas posibilidades porque fue algo más preparatorio y en algunas fuerzas compitieron varias listas. Ahora se elige la verdadera suerte para todos los argentinos.
–Mencionó discutir propuestas, y en el acto se piensa en el debate presidencial al que no asistirá Daniel Scioli. ¿Qué opina de su ausencia?
–Es una pena que el candidato oficialista se ausente y no vaya al debate. Revela una falla de él y una debilidad de carácter. Es evidente que si el candidato no va es porque teme que el debate lo perjudique. Y eso solo podría ocurrir ante una falla en su propia presentación de propuestas. Por otro lado, hay un desprecio hacia el electorado. A mí no me llamaría la atención que le hayan bajado la orden de que no vaya.
–¿Cree que Cristina Kirchner le dijo que no vaya?
–Bueno, no es un secreto que la campaña de Scioli la están dirigiendo desde la Casa Rosada. Él no pudo elegir ni a su vicepresidente ni su lista de diputados. Hasta de afuera le están diciendo que lo quieren por un rato nomás, hasta que vuelva Cristina. A nadie se le ocurriría decirle a Mauricio que va a ser un presidente de transición. Yo lo veo muy condicionado a Scioli. Me preocupa que no pueda decir cuáles son sus verdaderos programas, porque está obligado a decir que va a seguir con el modelo, si es que lo hubiera, de Cristina.
–El panorama de intención de votos está prácticamente igual a los resultados de las PASO: Scioli primero, por delante de Macri y de Massa.
–A nosotros no nos preocupan ni Massa ni Scioli. Lo que nos preocupa es nuestra propia campaña, porque sabemos que Mauricio Macri es lo mejor para el país. Estamos convencidos de que llegamos al balotaje y de que ganamos. Yo creo que después de las PASO la gente se desentendió del tema electoral y que recién ahora, quizás la semana que viene, va a volver a estar la campaña en la cabeza del electorado. Ahí las encuestas van a empezar a reflejar verdaderos cambios.
–Usted busca renovar su banca en Diputados. ¿Cuáles deberían ser los principales temas que discuta el Congreso en el próximo período?
–Tengo expectativa de que el Congreso cambie y de que el oficialismo pierda la mayoría; por lo menos en Diputados, porque en el Senado es más difícil. La representación va a ser más equilibrada. Si lo sumamos al hecho de que todos los bloques de la oposición estamos de acuerdo en que haya una reforma electoral, va a ser inevitable tratar eso en el próximo Congreso.
–¿Las elecciones en Tucumán demostraron que el sistema de votación actual está agotado?
–Lo de Tucumán fue un verdadero bochorno que nos tiene que avergonzar a todos los argentinos. Nosotros redoblamos los esfuerzos para buscar cambios en el proceso de votación y así tener un poco más de garantías. Más allá de la indiferencia y negativa del oficialismo de discutir cualquier reforma ahora, la Cámara Electoral tuvo una muy buena predisposición para discutir soluciones y paliativos que van a ser puestos en práctica, como el cuarto oscuro con boletas adicionales y el certificado de escrutinio con un papel copiante.
–Si Macri es presidente es muy probable que no tenga la mayoría en el Congreso. ¿Va a estar condicionado u obligado a dialogar para llevar a cabo reformas?
–No habría una mayoría propia pero eso no es una dificultad, como no lo fue no tener mayoría en la Ciudad en estos ocho años. Nosotros estamos muy acostumbrados al diálogo y somos partidarios del intercambio de ideas. Lo que haremos será discutir con los otros bloques y sancionar las leyes que el nuevo gobierno necesite.
–¿Qué leyes clave necesitaría el próximo gobierno?
–Deberíamos tratar de volver a la normalidad jurídica y eliminar las normas de emergencia económica. No está del todo mal prorrogarla ahora por dos años, pero si nos toca gobernar vamos a tratar de que el país vuelva a la normalidad. Y eso lo debemos hacer siguiendo con el régimen de la Constitución. Por lo pronto, hay que modificar la ley del Consejo de la Magistratura y la de subrogancia.
–¿En cuánto tiempo se llevaría a cabo el “cambio” que propone Macri si llega a ser presidente?
–Hay problemas, como los de infraestructura, que no se solucionan con un solo período de cuatro años. Por eso presentamos el Plan Belgrano para las provincias del norte. También hay que terminar con los múltiples cepos que hay: al dólar, a las exportaciones, a la industria. Todo está mal regulado y mal dirigido por el Estado. Tiene que haber regulación estatal, pero eficiente. Y lo más importante es cambiar el clima de crispación y de enfrentamiento, lo que se hace rapidísimo a partir de que un gobierno de Macri entenderá que la oposición tiene un rol en el sistema democrático. No necesitamos ser hegemónicos para gobernar, no tenemos que imponernos por la fuerza.
En primer plano
• Un restaurante. La Olla de Felix.
• Una comida. Asado.
• Un lugar porteño. Recoleta.
• Una figura histórica. Joaquín V. González.
• Un perfume. “Los que tengo me los regalaron.”
• Una frase. “La única consigna es siempre mirar para adelante, pensar en el futuro y tratar de que las cosas sean mejor que ayer.”
• Una película. El Padrino, de Francis Ford Coppola.
• Un libro. Los duelistas, de Joseph Conrad.
