Consultado por posibles hechos de corrupción durante los comicios del 25 de octubre, el director electoral afirmó que “por supuesto que hay maniobras” fraudulentas, pero instó a que “alguien alguna vez” presente “el nombre de uno que cometa fraude o aunque sea un testigo”.
Tullio puntualizó que desde la Cámara están haciendo una “campaña fuerte” para que se denuncien los delitos electorales porque, consideró, “no hay traición cívica peor que ser testigo de un delito electoral, comentarlo, pero no denunciarlo”.
“Yo no niego la posibilidad de que alguien quiera hacer fraude, lo que niego categóricamente es que no se pueda descubrir y evitar”, sentenció el funcionario, quien remarcó que “si estas cosas no se denuncian se genera un clima de sospecha y no queda en eso: la sospecha genera daño”.
Sin embargo, Tullio intentó minimizar el impacto de este tipo de delitos en los números finales de los comicios, al advertir: “Creo que casos de fraude que modifiquen un resultado electoral, imposible”. En tanto, a pocos días para las elecciones en las que se decidirá quién sucederá a la presidente Cristina Kirchner, el funcionario sostuvo que “no quedó ninguna medida importante” para evitar delitos en el marco de los comicios.
El director electoral asumió que tras los incidentes en las elecciones tucumanas metió “la pata diciendo” públicamente “que quemar urnas no es fraude” por las repercusiones que esto generó, pero sentenció que conceptualmente lo ratifica.
“Quemar urnas no es fraude es un delito, quizás más grave, y que debe ser castigado, pero no es fraude, la tipificación es otra”, detalló.