Desde el mismo día en el que el Frente para la Victoria consiguió una exigua ventaja sobre el candidato de Cambiemos, el shock al interior de esa fuerza fue tan grande que obligó a un ejército de dirigentes y de asesores a replantearse absolutamente todo, máxime teniendo en cuenta que la campaña había sido, hasta ese fatídico 25 de octubre, menos que mediocre, en el mejor de los casos.
La preocupación forzó el ingenio de la dirigencia para impulsarlos a recrear el planteo político frente a la sociedad de cara al balotaje del 22 de noviembre. Pero también generó un efecto inesperado, en estos tiempos de sorpresas: la militancia del peronismo salió a ganar la calle, a timbrear casas y a discutir cara a cara con sus vecinos la vigencia de la propuesta política del FpV. Temen que esta sea desactivada por el accionar de Mauricio Macri, para el caso de que este resultara triunfador en la segunda ronda electoral.
La iniciativa de los jóvenes (y no tan jóvenes) dio paso a una larga serie de acciones, planteos y discusiones internas y con la dirigencia, que se encontró de repente interpelada por su propia gente, que exigía respuesta políticas, materiales de propaganda y mayor compromiso con el candidato, ante las señales vacilantes que emitían algunos caudillos zonales del peronismo.
Un veterano militante justicialista relató, en diálogo con Noticias Urbanas, que “lo primero que se pudo ver después del 25 de octubre fue que se armó una gran tregua en el internismo de las agrupaciones, a la que nadie convocó, pero que existe por sí misma”.
El barbado referente aseguró a continuación: “Todas las orgas se movilizaron por sí mismas. Ayer salimos a pintar en la Comuna 12 y éramos 40 personas y siete vehículos. En una sola noche hicimos 15 pintadas de “Scioli Presidente” y decidimos firmarlas solo como ‘FpV-Comuna 12’”.
“Lo más llamativo es que muchos compañeros hacen sus propios volantes, elaborados sobre la base de sus propias ideas, y los imprimen ellos mismos”, continuó narrando el dirigente, asombrado porque “esta es la movilización subterránea más importante” que ha presenciado y en la que estuvo. “Todos, hasta los que tienen dificultades para hablar en público, salen a convencer a la gente, a responder a las críticas y hasta se bancan la mala onda con una sonrisa.”
Luego, el dirigente barrial manifestó: “Desde el momento en que fracasó la campaña en los medios, tuvimos que salir a buscar caminos directos y ponernos a hablar con la gente, tocarles el timbre y entregarles nuestra propuesta”. Lo mismo, el referente kirchnerista se mostró convencido de que “desde el instinto hay comprensión en la militancia con respecto a lo que hay que hacer, y en eso son importantes algunos viejos militantes, muchos de ellos mayores de 50 o 60 años, que son los que aportan su experiencia y sabiduría a los más jóvenes”.
“Para que exista una idea del nivel de compromiso y de esta locura, en un local hay una bandera que dice: ‘No nos queremos ir a dormir sin haber hecho algo para que gane Scioli’. Para que esto se concrete, el ritmo de trabajo es muy fuerte. Un día, hasta llegamos a agarrar todos los billetes de dos pesos que teníamos y les escribimos leyendas y empezamos a repartirlos. Después, nuestros compañeros se dividen los lugares en los que pintan o pegan calcomanías. Unos pegan en los tachos de basura, otros en los ascensores y otros en los colectivos. Así van las cosas”, prosiguió el dirigente.
Finalmente, el militante aportó una visión algo divergente de la que suele mostrar el periodismo. “En general, los medios observan el manejo de la campaña que se desarrolla en sus páginas, sus pantallas o sus altavoces, mientras la campaña transcurre en otro lugar y ellos no la ven”.
Para aclarar que no todo es lo que parece, el referente del peronismo observó que “la espontaneidad existe, pero en esta ocasión tiene que ver con la reacción de la militancia ante el discurso de la Presidenta, que planteó que hay que ir a hablar frente a frente con todos”.
En este sentido, el dirigente interpretó que “la militancia interpreta y actúa a veces acertadamente y a veces no tanto, de acuerdo con su visión de las cosas, pero jamás se queda quieta y siempre empuja hacia adelante. Así se trabaja en las bases”, remató.
En la red social de la F azul, entretanto, un ignoto joven posteó el martes último: “Hoy fui a la estación de San Martín, donde había una mesita con dos personas volanteando para Scioli. Lo curioso es que cuando me acerqué a preguntarles de qué agrupación eran me contestaron que de ninguna, que los volantes fueron hechos artesanalmente por ellos mismos y que salieron a hacerlo espontáneamente, porque no quieren volver a los 90 y les da terror que Macri sea presidente”.