Ni bien cerró la elección, cundió la desazón en el centro de cómputos de Daniel Scioli, traducida en una casi nula presencia de dirigentes de primera línea en la Sala de Prensa. Más allá de cuál sea el resultado final -para lo que aún faltan varias horas- los primeros números le otorgan al Candidato de Cambiemos una ventaja de diez puntos por sobre su oponente del Frente para la Victoria.
Si bien estaba anunciada la presencia de Scioli ante los periodistas a las 18:30, lo concreto es que a las 18 horas y unos pocos minutos éstos sólo han visto los grandes carteles azules que se sitúan a la espalda de los entrevistados, sin que ellos se hayan hecho presentes.
Finalmente, a las 18:30, Alberto Pérez enfrentó a las cámaras con una sonrisa, pero con una actitud ambigua. Comenzó manifestando “la satisfacción por una jornada democrática en el perimer balotaje presidencial”, mientras a su alrededor, las caras de quienes lo acompañaban -estaba el gabinete bonaerense casi completo- fluctuaban entre las sonrisas y los ceños fruncidos, entre la alegría y la desazón.
A continuación, continuó felicitándose porque “no hubo hechos para lamentar” y volvió a manifestar su “alegría democrática”, pero eludiendo alguna definición concreta sobre su impresión en cuanto a las cifras, con respecto a las cuales dijo que “vamos a esperar por los datos”.
Para justificar su reticencia matemática, expresó que “los fiscales aún están en las escuelas”, para volver a definir que “creo que hoy ganó la democracia” y que “en pocas horas sabremos cuál fue el resultado final”.
