La decisión está tomada. El presidente electo, Mauricio Macri, quiere que Federico Pinedo, quien asumirá en el Senado el próximo 10 de diciembre, en reemplazo de Diego Santilli, se convierta en su presidente provisional. De esta manera, el PRO también se quedaría con el tercer cargo en la línea de sucesión presidencial. Algo que no cayó muy bien en sus socios del radicalismo, que pretendían ubicar allí a Juan Carlos Marino.
Incluso, el líder de Cambiemos había dado su palabra de honor a Ernesto Sanz y Gerardo Morales que la presidencia provisional de la Cámara alta recaería en el centenario partido. Por su parte, Pinedo confirmó al diario Clarín que cuenta con los votos necesarios (el aval del PJ) para que su designación sea aprobada.
No obstante, no sólo el radicalismo fue desairado por la cúpula macrista en las últimas horas. También dirigentes de la propia tropa, como el diputado Pablo Tonelli, quien veía “natural” su designación como jefe de bloque, ante las salidas de Pinedo, Patricia Bullrich y Jorge Triaca.
Es que, por presión de Emilio Monzó, el trascendental operador político y futuro titular de la Cámara baja, el cordobés Nicolás Massot, quien fue electo por la provincia de Córdoba en las últimas elecciones, quedará al mando de la bancada amarilla, a pesar de sus 31 años y la falta de experiencia parlamentaria.