En el marco de su primer viaje internacional como presidente electo, Mauricio Macri, abordó este viernes con la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, la necesidad de profundizar la “integración” bilateral para que ambos países salgan de la “recesión” que los afecta, pero no se abordó un eventual swap de monedas para reforzar las reservas del Banco Central.
Además, según reveló Macri en una conferencia de prensa en Brasilia tras la reunión, ratificó su postura sobre Venezuela, algo en lo que difiere Rousseff: “Cada uno expresó su preocupación por lo que allí ocurre, a su manera. Ambos tenemos un compromiso inclaudicable con la democracia y la defensa de los derechos humanos”.
“Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha” a partir de la “integración”, dijo Macri, que confirmó que Rousseff estará en Buenos Aires para su asunción el 10 de diciembre, día en el que mantendrá una “reunión bilateral” con ella.
La gira internacional de Macri continuará en Chile, donde será recibido por la presidenta Michelle Bachelet, quien le ofrecerá una cena en el Palacio de la Moneda.