El ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, vinculado por uno de los condenados por el Triple Crimen al tráfico de efedrina, rompió el silencio y reclamó que los prófugos aparezcan con vida. “Deben capturarlos con vida para que vuelvan al penal. Tienen que aparecer vivos”, enfatizó quien cayera en las elecciones a gobernador bonaerense ante María Eugenia Vidal.
Además, Fernández suscribió a la teoría de que la fuga de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci se dio con ayuda de “adentro”. “Alguien hizo el caldo gordo para que puedan salir de la forma más simple. Alguien los dejó pasar, les dio un beso y les mandó saludos a la familia”, dijo.
Por otra parte, el ex funcionario aprovechó para arremeter contra Vidal. “Que haga mea culpa y se golpee el pecho. El gobierno provincial es el responsable”, disparó. Lejos de eso, desde el gobierno nacional salieron a respaldar fuertemente a la mandataria.
Finalmente, tras negar conocer a los condenados y tener vinculación con el caso de la mafia de los medicamentos, Fernández planteó su teoría: “Todo es un invento que han hecho para desprestigiarme en el momento justo, una semana antes de las elecciones. Si le ponen plata, va a decir lo que se le ocurra y más con el favorcito del que le acaban de hacer. Ahora alguien les pagó un favor. El objetivo era que yo no llegara y lo consiguieron. Gente de mi propia interna participó de este chiste. Le compraron la lengua a un tipo que estaba desahuciado en la cárcel”.