Los investigadores que trabajan en la búsqueda de Víctor Schillaci, Martín y Cristian Lanatta se sorprenden ante cada nuevo dato. Ahora están abocados a rastrillar los alrededores del penal de máxima seguridad de General Alvear, la llamada Unidad 30 del Servicio Penitenciario Bonaerense. De ese lugar se fugaron los acusados por el tripe crimen de la efedrina.
Noticias Urbanas accedió a datos importantes sobre la investigación. Los que llevan adelante la pesquisa se dieron en cuenta que en la zona de General Alver existen pistas clandestinas, que son utilizadas para el trasporte de drogas.
Este dato no es menor. La gran cantidad de pistas les hace creer que es muy posible que los evadidos hayan tomado un pequeño avión con destino a algún país limítrofe. Muchos creen que ya no están el país y que su destino actual sería Paraguay.
Los aviones pequeños tienen la ventaja de ser muy difíciles de captar por los radares. La desventaja, es que tienen poco autonomía de vuelo. Por eso, creen que su destino fue un país vecino.
“La cantidad de pistas de aterrizajes ilegales que hay hace muy difícil su control. Y siempre es mejor para quien se evade salir del país lo antes posible. Más en este caso. La repercusión del mismo, hace que la búsqueda sea intensa en todo el territorio nacional. Con la cual esconderse en el país es complicado, pero no imposible. Para ello se tiene que requerir de una estructura bien armada y de una planificación minuciosa, que no se logra de un día para el otro. La fuga fue planificada con tiempo”, dijo un investigador policial.
Los investigadores además, creen que se debe trabajar en conjunto con la Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal. “Ellos saben todo lo que pasa en las cárceles. No es lo mismo el Servicio Penitenciario Bonaerense que el Federal. Ellos están por encima de todo. Los prófugos se quisieron escapar del penal de Sierra Chica hace un mes y la Inteligencia maneja información privilegiada. Ellos están en condiciones de saber quienes fueron los colaboradores internos que posibilitaron la evasión. Ese es el primer paso que hay que dar. Una vez que sepamos los nombres de los colaboradores internos, eso nos va a conducir a los externos”, manifestó el investigador policial.
Para los funcionarios provinciales del Pro, que rodean a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, está claro que la fuga fue un mensaje directo a la mandataria. Un mensaje político. Se descarta que venga de las fuerzas de seguridad. Creen que esto tiene que ver con la política. Pero eso es lo único que saben por el momento.
Sin embargo, está claro que el Servicio Penitenciario Bonaerense colaboró en la fuga. El Pro descarta que la policía este involucrada en el tema, aunque muchos no confían del todo en la Bonaerene.
Tampoco se descarta que este relacionado con una trama que incluya a la política y al narcotráfico. Es ahí donde vuelve a sobrevolar la figura del exjefe de Gabinete de la nación, Anibal Fernández.
“Es verdad Aníbal no pudo haber actuado a través del Servicio Penitenciario Bonaerense. La relación era pésima. Pero Aníbal tiene mucha gente operando en la provincia en la Ciudad. Gente relacionada con las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia. Por eso, no hay que descartar nada”, le dijo un político bonaerense del Pro a NU.
Sin embargo, muchos creen que debido a la envergadura de la fuga tuvieron que actuar figuras muy importantes, que exceden al excandidato a gobernador por el Frente para la Victoria (FpV). O que al menos lo que sucedió fue un trabajo en conjunto entre varios poderosos.
Noticias Urbanas adelantó ayer el listado de interrogantes que provocó en el gobierno provincial y nacional la fuga. Las preguntas crecen con el correr de los días y la falta de resultados concretos.
Lo que está claro es que el objetivo era Vidal. De eso no tienen dudas. A partir de ahí, surgen demasiadas preocupaciones. Los enemigos ya hicieron muestra de su poder. Y por lo que se vio no es nada menor.