Tras una semana de permanencia en las rutas, los prófugos del penal de General Alvear, Martín y Cristián Lanatta y Víctor Schilacci, aún sin haber sido atrapados, provocaron una crisis que llevó al descabezamiento de la DDI Quilmes, a un tiroteo con dos policías y hasta a la ruptura del silencio por parte del ex gobernador y ex candidato a presidente del peronismo, Daniel Scioli.
Además, en la madrugada de este domingo, Gendarmería, Prefectura y las policías Federal y de la Provincia de Buenos Aires realizaban 37 allanamientos en la zona sur del Conurbano, ante la recurrencia de los prófugos en regresar a la zona para reabastecerse de movilidad y dinero para eludirlos.
Las fuerzas conjuntas recorrían en especial los domicilios de diversos cómplices y amigos del trío de los amantes de las rutas, con el objetivo de cortar, precisamente, la rudimentaria logística que los llevó a asaltar en dos ocasiones a la ex mujer de uno de ellos, además de acudir en busca de ayuda al domicilio de otro de sus ocasionales “socios”, que les entregó de dinero en los primeros días de su clandestinidad.
El ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo asumió también la iniciativa de descabezar a la cúpula de la Dirección de Investigaciones de Quilmes, en busca de otorgar “transparencia” a la búsqueda de los fugados. Existen sospechas de complicidad de algunos oficiales con los delincuentes, por lo que fue designado en comisario Daniel Cantarini, proveniente de la DDI de La Plata, para que siga conduciendo de ahora en más la investigación en la zona.
“Son mafia y se mueven en un lugar donde esta mafia está desarrollada, donde tienen muchos contactos y muchos favores y se entremezcla mucho la política”, explicó Ritondo para justificar esta decisión.
Entretanto, el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet, confirmó que Lucrecia Yudati, una de las policías que fue baleada por los prófugos en la localidad de Ranchos el 31 de enero, los reconoció como los autores de los disparos contra ella y el agente Fernando Pengsawath.
El propio peso de la crisis despertó de su letargo hasta al propio Daniel Scioli, que opinó sin originalidad que “es obvio que en la fuga hubo algo raro y da para todo tipo de conjeturas”. El ex mandatario bonaerense agregó luego que el tema es seguido por su equipo “con gran preocupación”, a la vez que sostuvo que es necesario que exista “el mayor esfuerzo y coordinación de las fuerzas nacionales y provinciales para dar con ellos y ponerlos a disposición de la Justicia”.
