“Nosotros no vamos a traicionar a nuestro pueblo”, dijo el jefe del bloque de diputados kirchneristas José Ottavis, al anunciar que su bancada votará el Presupuesto que presentó el gobierno de María Eugenia Vidal, pero no la autorización para que tome deuda por unos 60 mil millones de pesos. No obstante, pese a un kirchnerismo claramente dividido, el gobierno de la provincia de Buenos Aires se encaminaba esta tarde a conseguir la aprobación de la ley de presupuesto, que fue foco de arduas negociaciones debido a la composición de fuerzas de la Cámara baja. Tras un primer intento fallido, la sesión de este jueves derivaría, entonces, en la sanción del proyecto presentado por Vidal, que luego debe ser refrendado en el Senado, en donde hay menos internas y fisuras.
Cabe destcacas que la iniciativa debe contar con el apoyo de al menos una decena de legisladores del FpV para recibir media sanción. Pero el bloque continúa sin manifestar una postura homogénea al respecto. Al contrario: al día de hoy, parecieran coexistir tres alas dentro del conjunto K.
Es que a pesar de la posición radicalizada de Ottavis, un numeroso grupo de diputados del Frente para la Victoria sí votará el endeudamiento. De esa forma, con esos votos, sumados a los propios y los provenientes del massismo, Vidal contaría con el número necesario para sacar tanto el Presupuesto como el endeudamiento.
El camporista mencionado sufrió la fuga de cerca de 20 legisladores; le quedaron apenas 16, lo que lo deja en una posición muy endeble como jefe de bloque. Desautorizado por el gobierno Pro como interlocutor y sin el respaldo de la mayoría de sus diputados, está complicado para seguir dirigiendo la bancada (el dato llamativo es que se encontraba dispuesto a votar un endeudamiento de más de cien mil millones, en sintonía con Massa y el ministro de Gobierno, Salvai, pero, según indican fuentes de la casa parlamentaria, “por un llamado de Cristina Kirchner no pudo mantener esa postura”.
Desde ese momento, intercedieron intendentes peronistas en la negociación y ya hacia el final intervinieron Daniel Scioli y Julián Domínguez, quienes cerraron filas detrás de los intendentes y terminaron orientar el panorama en pos de la aprobación del endeudamiento.
La tarde caía mientras la sesión en Diputados se desarrollaba, aunque demorada, ya que el bloque kirchnerista no se había puesto de acuerdo sobre el proyecto, es decir, si votar o no a favor, y, en caso de hacerlo afirmativamente, objetando la deuda por tomar. El edificio, a su vez, permanecía vallado por temor a protestas e incidentes.